domingo, 19 de abril de 2015

Desvariando sobre... Los problemas del lector digital


¡Hola amantes de la palabra escrita! Bienvenidos un domingo más a mis Desvaríos de lectora, esa sección en la que saco a pasear mi basura mental. Hoy vengo de nuevo con una entrada basada en experiencias propias, lamentablemente mi absurda vida es mi mejor fuente de inspiración. 
En más de una ocasión os he comentado que de forma habitual leo usando mi ebook en lugar de libros en papel. Más que nada por el elevado precio de los libros físicos, que no me sale rentable gastarme 20 euros en un libro que me va a durar dos días. Pero eso lo dejaremos para otro fascinante desvarío. 
El caso es que un lector digital tiene sus ventajas y sus desventajas, como todo. Hay por ahí un millón y medio de listas citando ambas así que no voy a perder el tiempo en hacer una lista más. No, yo voy a recopilar unos cuantos micro-infartos que me han dado a mí mientras usaba el lector. De nuevo voy a intentar explotar mi vis comica, así que sed buenos. 

1. La llamada de la gravedad

¿Qué pasa cuando se te cae el libro que estabas leyendo? Lo más grave que puede ocurrir es que se le doble alguna hoja, nada que no se pueda arreglar. Pero si lo que tienes entre manos es un libro digital te llevas el susto del siglo. 
Porque un ebook no cae y ya está, no. Eso sería demasiado fácil. Ya solo por el estruendo que monta al chocar contra el suelo el susto te lo llevas, pero no contento con ello al lector le gusta rebotar en lugar de quedarse quieto como un buen chico. Para dar el toque final, la tapa de la batería se suele ir a vivir su vida. Y mira que esos cacharros son resistentes, que aguantan los golpes que da gusto, pero la tapa de la batería es una puerca con ganas de asustar. 
Cuando recuperas la capacidad de movimiento y vuelves a ensamblar tu ebook con manos temblorosas descubres que no le ha pasado absolutamente nada. Vuelves a respirar. Entonces piensas que por qué los fabricantes de lectores no se dedican a hacer también smartphones

2. Más colgado que el prota de Misión Imposible

Seguro que a todos se os ha quedado colgado el ordenador en alguna ocasión, con frecuencia justo cuando estabais haciendo algo importante como un trabajo o comprando algo por Internet. Por más teclas que toques no hay forma de que responda, así que puedes levantarte e irte a tomar algo en lo que se decide a volver a la vida o puedes golpearle y gritarle para ver si aceleras el proceso (yo siempre opto por esta última). 
Pues sí, esto también le puede pasar a vuestro ebook, os lo digo yo que más de una vez me he muerto del susto cuando por más que intentaba pasar la página el aparatito se negaba a responder. En un ordenador tienes el consuelo de tener un montón de fantásticas teclas que ir golpeando hasta que pasa algo, pero un lector solamente tiene dos, ¿qué haces entonces? Pues tocas esas dos teclas como un histérico. Y no pasa nada de nada. Así que te pones más histérico. Sigue sin pasar nada. Tú empiezas a soltar chillidos ratoniles presa de la locura. Y de pronto resucita y pasa a la página siguiente. Al principio pones cara de alivio de que se haya arreglado solo, pero luego decides que no, que ha sido gracias a tus ataques indiscriminados y te convences de que el mundo ha perdido un gran informático contigo. 

3. Reiniciando en 3... 2... 1... ¡Ya!

Esto ya es el colmo de los colmos. Por suerte solamente me ha pasado una vez, pero a día de hoy sigo sin saber qué puñetas toqué para hacer que ocurriese. Me gusta pensar que fue una especie de rebelión de las máquinas y que yo no tuve nada que ver. 
Para poneros en situación, en mi ebook guardo algo así como 200 libros, no exagero. Algunos los he leído, otros todavía esperan a ser abiertos, pero el caso es que es lo más cerca que estoy hoy en día de tener una biblioteca en casa y lo cuido con amor maternal para que no le pase nada. 
Sin embargo, un día mientras estaba leyendo, la pantalla se quedó de pronto vacía y el aparato volvió a encenderse. Me extrañó, claro, pero como parecía que había recapacitado y que se encendía normalmente no sospeché. Cuando intenté abrir el libro que estaba leyendo, descubrí con espanto que el archivo había desaparecido. No solo ese, todos los archivos que guardaba en el lector se habían borrado por arte de magia. 
Es la vez que más cerca he estado de sufrir un ataque de nervios. Por suerte no soy tonta del todo y guardo todos mis libros en un disco duro externo. Eso sí, volverlos a meter al ebook fue un peñazo. 

4. Ese ebook parece cómodo. ¡Me sentaré encima!

Efectivamente. Alguien se ha sentado en mi lector. Tal cual. 
Tras una estupenda tarde de lectura, dejé mi ebook en el sofá y me fui a dar una ducha. Al volver al salón, descubrí a mi perro de 55 kilos alegremente sentado sobre el sofa, cosa que ya por sí sola está mal porque no le permitimos subirse a los muebles (suelta demasiado pelo). El drama principal de esta historia es que se había sentado en el sofá que hasta hacía poco había estado ocupando yo, dándole exactamente igual que mi ebook me estuviese guardando el sitio. A poco me da un patatús. 
Porque convence tú al pobre animal de que se levante de su trono y se eche en la alfombra. Já. Debió pensar que estaba intentando jugar y no había forma de hacer que se trasladase. Y mi lector todo el tiempo atrapado bajo su corpachón. Al final conseguí engañarlo con un trozo de pan y concluí mi operación de rescate con éxito. Sorprendentemente estaba de una pieza. Ya os digo que no sé de qué están hechos los lectores digitales, pero empiezo a sospechar que usan el mismo material que los chalecos antibalas. 

5. La maldición de la batería agotada

Para acabar el post he dejado la situación más frecuente y frustrante de todas. A pesar de que la batería de los lectores digitales dura bastante tiempo (de nuevo los fabricantes de smartphones deberían coger ideas) SIEMPRE se va a acabar cuando más enganchado estés a la historia, dejándote con cara de imbécil delante del aviso de "batería agotada".
He perdido la cuenta de las veces que me ha pasado esto. Y me va a seguir pasando el resto de mi vida. Es un problema que se soluciona fácil, solo hay que levantarse y poner a cargar el aparato para seguir leyendo tan ricamente. Mi problema es que cuando estoy metida de lleno en la lectura me olvido del resto del mundo, lo cual incluye al indicador de batería. Así que siempre me pilla desprevenida. 
Además el ebook es un aparato retorcido que sabe cuándo estás absorbido por un libro y escoge el momento preciso para apagarse. El día que estéis leyendo una porquería de historia tened por seguro que no se va a apagar, no, preferirá esperar a que encontréis una buena historia. Solo por esto merece la pena rascarse el bolsillo y comprar en papel los libros buenos. 

Hasta aquí mi recopilación de momentos absurdos de hoy. ¿Os ha pasado alguna vez o preferís no correr riesgos y leer siempre en formato físico? ¡Nos leemos! 


A Emma le han quitado el ebook pero aún así sigue en bucle. Pobre. 






15 comentarios:

  1. Uso ereader desde hace años y jamás me ha pasado ninguna de las cosas que dices, lo que me lleva a pensar que no tienes un Kindle. Mi Kindle no se ha colgado nunca, sólo lo reinicié una vez y fué para aprender el procedimiento, la batería le dura semanas a pesar de usarlo a diario (con lo que si se agota la culpa es del usuario que no se ha ido fijando en el icono que avisa de lo que queda), se me ha caído varias veces y no le ha pasado nada (que para eso venden fundas protectoras rígidas) y la tapa de la batería no se suelta ni aunque quieras hacerlo. No podría funcionar mejor a menos que me hiciera masajes en los pies cuando leo. ¿Mi consejo? Cambia de ereader, cambiarás de opinión sobre ellos :D

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  2. ¡Hola!

    Me encantan estas entradas jajaja A mi me pasa muy a menudo el problema 2, 3 y 5, pero sobre todo el 5 ._. Yo me pongo a leer tan tranquila y se me olvida ir mirando el nivel de batería, así que en el "mejor" momento de la lectura, la tablet decide apagarse y tengo que ir corriendo a enchufarla para que cargue, así que me fastidia la concentración xDD Y también me ha pasado que en el mejor momento la tablet decide quedarse pillada y tengo que perder un rato hasta que quiera volver a estar bien ._.

    Esos son los grandes inconvenientes de leer en digital, pero como tú dices, pagar casi 20 euros por un libro que durará dos días (en lo que a lectura se refiere, porque desde luego en la estantería se quedará por años, en un principio) pues como que no me lo puedo permitir :')

    ¡Besos!

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  3. jajaja a todos los ereaders les llama la gravedad. Y creo que estos aparatos son como el ordenador de la nave de 2001 odisea del espacio, tienen mente propia y saben cuando estás en el mejor momento del libro y se le acaba la batería jajaja
    Mil besos^^

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  4. Uff, coincido contigo, eso de que se te caiga... a mi me da un mini-infarto, y después lo miro y lo remiro para ver si sigue entero, aunque el mío no tiene ninguna parte que se le pueda separar... después solo se me habrá quedado pillado una o dos veces, en plan ¿que hago contigo?, así que hice lo único que se podía, esperar a que funcionara otra vez. Y lo de la batería nunca me ha pasado, porque la verdad es que para eso soy bastante previsora, y no me pasa con ningún aparato en cuestión.

    Una entrada muy divertida!!! Besooss!!

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  5. Hola! Me ha encantado esta entrada. Yo normalmente prefiero leer libros en físico, pero como dices, no me compensa el elevado coste para unos días que lo voy a tener entre manos. Pero es que soy tan bonitos. Bueno al tema, de lo que has puesto, solo me ha pasado que se me haya caído, pero ha sido sobre la propia cama, así que no sufrió daño alguno. Lo demás no he tenido ningún incidente...de momento! Un beso!

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  6. Jajajajajaja no todo me ha pasado a mi, pero si me paso una cosa que me dejo con dolor!! jajaja un día la pantalla se quedo blanca, y no iba... total que empecé a aporrear los botones xDD y al final me fui lo dejé, y cuando volví, lo enchufe al cargador por si acaso... jajaja y volvió en sí, fue un susto innecesario por su parte, con lo que lo cuidamos nosotras eh? jajajaja
    Muy buen post!
    Un besito guapa

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  7. Jajajaja ¡Ha sido una reflexión muy divertida!

    Feliz domingo!

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  8. Lo de que se me reinicie y que se me quede sin batería me pasaba mucho con mi ereader antiguo. Ahora con el Kindle va de maravilla!
    Me quedo en tu blog, divertidísima la entrada :)

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  9. Holaa.
    Me ha encantado tu desvarío xD Me he reído demasiado. Y es que cada uno de esas situaciones pasa, con bastante frecuencia.
    Totalmente de acuerdo contigo que los creadores de smartphones deberían tomar la idea. Que con una caída a la cama ya se parte toda la pantalla.
    ¡Saludos!

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  10. ¡Buenas! Me siento totalmente identificada contigo EN TODOS joder, cómo lo haces? Menos en el de la batería, yo con ella no tengo ningún problema, pero ya me ha pasado dos veces que la pantalla se apaga sola y me da un infarto. Y el otro ebook que tenía se rompió por un golpe >.< Te comprendo, no llego a 200 pero unos buenos 80 sí que he llegado a tener, pero la página que utilizaba para bajarmelos se ha cerrado y llevo unos 4 mese en ascuas >.<

    Un beso! ^^

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  11. ¡Hola guapa! Como no uso ebook, no tengo estos problemas xD Aunque, bueno, soy perfectamente capaz de imaginarme todos los problemas que dices, porque son muy comunes xD
    ¡Un beso!

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  12. Yo también leo muchísimo en formato digital, aparte de por el precio de los libros porque se me hace mucho más cómodo, así que esta entrada me ha encantado. Me he sentido identificada con casi todo jajaja
    Lo de la batería agotada y que se me quede la pantalla pillada ya casi hasta lo llevo bien, pero yo leo en la tablet, no tengo ebook como tal, así que el día que se me caiga creo que me quedo sin pantalla y sin poder leer... Y por suerte nunca le ha dado por reiniciarse, porque yo soy un poco más desastre que tú y no tengo copia de mis libros, así cruzo los dedos... jajaja
    Te has vuelto a superar en esta sección :)
    ¡Un besito!

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  13. jajajaja tremenda entrada, coincido en varias.

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  14. Jajajaja me he reído muchísimo con tu entrada, no sólo porque sea muy muy divertida, sino porque en cierto modo me he reído de mi misma porque muchas de las cosas que has puesto me han pasado a mi también y me he quedado con la misma cara de tonta. Coincido totalmente con lo de la batería, siempre ataca en lo más interesante de la historia, pero yo tengo peor suerte, suele acabarse cuando estoy leyendo en el tren de camino a casa o sea que encima ni puedo cargarlo!

    Un beso!

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