miércoles, 29 de abril de 2015

El bolígrafo de gel verde - Eloy Moreno








Título: El bolígrafo de gel verde
Autor: Eloy Moreno
Editorial: Espasa









Sí, he dicho por activa y por pasiva una y mil veces que mi género favorito es la fantasía. Que si no salen dragones, los libros me aburren. Que las historias de amor sin que de pronto tengan que salir corriendo para que no los mate una horda de zombies no valen la pena. Y sin embargo, últimamente me ha dado por leer libros con un contenido en ficción nulo. Será que necesito una dosis de realidad de cuando en cuando para no convertirme en la versión moderna y femenina de Don Quijote. 

Sinopsis oficial
¿Puede alguien vivir en 445 m2 durante el resto de su vida? Seguramente sí, seguramente usted conozca a mucha gente así. Personas que se desplazan por una celda sin estar presas; que se levantan cada día sabiendo que todo va a ser igual que ayer, igual que mañana; personas que a pesar de estar vivas se sienten muertas. Esta es la historia de un hombre que fue capaz de hacer realidad lo que cada noche imaginaba bajo las sábanas: empezarlo todo de nuevo. Lo hizo, pero pagó un precio demasiado alto.

¿Alguna vez habéis sentido que vuestra vida es una constante repetición y os habéis preguntado cuándo dejasteis de sentir ilusión por todo aquello que os hacía felices? ¿Os habéis sentido atrapados entre cuatro paredes? ¿Os habéis preguntado si vivís para trabajar o por el contrario trabajáis para vivir? El protagonista de la novela se descubre, a sus treinta y pico años en esa situación. Aparece entonces una acuciante necesidad de huir, de dejarlo todo y comenzar desde cero. ¿Pero como hacerlo cuando tienes un puesto de trabajo al que acudir día a día y una familia a la que mantener? 

Eloy Moreno nos presenta a un protagonista curioso: es imposible encariñarse con él porque resulta raro e incluso insufrible en ocasiones, ¿por qué es incapaz de mostrar cariño o empatía hacia todos aquellos que le rodean en su día a día? Sin embargo, pese a ser un personaje que puede resultar desagradable, es alguien con quien el lector puede sentirse identificado. La monotonía no es plato de buen gusto para la mayoría de la población y nos vemos obligados a consumir taza y media cada día de nuestras vidas. Por eso nos descubriremos deseando que el protagonista luche, que levante la cabeza y respire aire puro, nos agarraremos con desesperación a toda aquella novedad que encuentre igual que hace él entre las páginas. Y esa novedad vendrá de la mano del bolígrafo de gel verde que da nombre a la novela, un pequeño artículo de oficina que acabará poniendo su vida patas arriba, será el detonante del cambio que tanto ansía. 

La pluma del autor tiene un regusto melancólico y una cierta musicalidad que no pierde en ningún momento, ni siquiera cuando describe escenas que pueden resultar un tanto desagradables. Es además sencilla y muy visual, describe escenas fáciles de imaginar y muy realistas. Tiene también buena mano para cambiar de tono, las escenas de la infancia, por ejemplo están teñidas con un leve toque de dulzura y nostalgia dorada, mientras que cuando nos habla de la vida presente de su protagonista queda patente la desesperación y la tristeza que le inundan día tras día. 


Con esta novela, Moreno no nos trae a un héroe, ni siquiera a un antihéroe de esos que siempre gustan como protagonistas, no, él comete la osadía de dar vida a una persona real, a alguien con quien podemos cruzarnos por la calle, con quien nos podemos encontrar en el ascensor cuando bajamos a comprar el pan, alguien que podría ser cualquiera de nosotros. Pocas son las novelas en las que un personaje resulta verdaderamente real. Porque no nos engañemos, esta no es una preciosa historia sobre la superación personal de esas que terminan con lágrimas de alegría por lo valiente que ha sido el protagonista al dar el gran paso. Si estáis buscando una novela con la que pasar el rato, no os acerquéis a esta; este es uno de esos libros que te dejan horas rumiando lo leído, pensando en la razón que tiene el autor y, sobre todo, en cómo todos nosotros permitimos que la vida nos atropelle de esta manera. Esta es una de esas novelas que calan hondo. 
¿Es un libro con moraleja? No lo creo, no pienso que la intención del autor sea adoctrinar a nadie, solo abrirnos los ojos. Pero por otra parte, sí que es un libro que transmite: cerraremos sus páginas con una inesperada sensación de esperanza que no habremos sentido a lo largo de toda la historia, pero sí al acabarla. 

Un detalle curioso. Aunque se nos va a presentar con todo lujo de detalles a su esposa, a su hijo y a sus compañeros de trabajo, no vamos a conocer el nombre de nuestro protagonista. ¿Por qué? Lo desconozco, pero si tuviera que apostar, diría que se trata de un recurso inteligente para que nuestras psiques le pongan en realidad nuestro propio nombre, una forma de hacer que el protagonista resulte mucho más cercano para el lector, porque en realidad podría ser él mismo. Claro que esto es solamente una idea que se me ha ocurrido por las buenas, por supuesto puede que el verdadero motivo esté muy lejos de esto. 

El bolígrafo de gel verde narra la triste y actual historia de un hombre real superado por el tedio de la vida cotidiana y cómo finalmente se vio superado por todo y se vio forzado a empezar bruscamente de cero. Eloy Moreno da voz así a todos aquellos que se sienten oprimidos por la rutina y que no se atreven a romper con todo y recuperar la ilusión, dejando una extraña mezcla de tristeza y esperanza en el lector, quien se hará preguntas de difícil respuesta con esta lectura. 









domingo, 26 de abril de 2015

El club de los cinco: Libros que florecen


¡Buenos días, blogosfera! ¿Qué tal estáis en esta mañana de domingo? Se termina abril, uno de mis meses favoritos, ese en el que la primavera hace acto de presencia y todo se llena de verde y de polen. Salvo que viváis en el Hemisferio Sur. 

El tema de El club de los cinco de hoy está precisamente relacionado con la primavera: libros que florecen. No me refiero a libros en los que salgan flores ni a libros en los que crece moho por haber estado expuestos a la humedad. No, un libro que florece es aquel que empieza fatal, no engancha, es aburrido (lo que vendría a ser el oscuro invierno) pero que de golpe y porrazo mejora y se acaba convirtiendo en una maravilla (es decir, florece). 
Pero encontrar libros que mejoren de cara al final no me ha resultado fácil, más que nada porque si me aburren, suelo abandonarlos. Así que hoy al club de los cinco se ha quedado en El club de los tres. Sí, soy una maldita vaga. Mi blog, mis normas. 

3. En la última posición de la lista no aparece un único libro, sino una trilogía entera. 




El primer libro no está mal, el segundo es bastante flojo pero el tercero es sin duda alguna el mejor de los tres. Un florecimiento en toda regla, le costó lo suyo a la saga. 



2. Al principio me aburrí lo indecible leyendo este libro, pero mi paciencia se vio recompensada. 





Ya comenté en la reseña que al principio se hace pesado (y ya si lo estás leyendo en el inglés original, mejor ni hablamos), pero si apretáis los dientes y seguís adelante con valentía descubriréis una historia bonita y cargada de significado. 





1. No tenía ninguna duda sobre el libro que iba a poner en primera posición. Con esto seguramente conseguiré que muchos amantes de la fantasía (entre los que me incluyo) tengan ganas de asesinarme de una forma lenta y extremadamente dolorosa, pero la verdad por delante. 




Me costó Dios y ayuda terminar el primer volumen de El señor de los anillos. Puede que se deba a que ya sabía lo que iba a pasar porque de pequeña había visto las películas (y me gustaron cosa mala, estaba enamoradísima de Legolas) y no me esperaba tanta canción, algo que a Tolkien por el contrario le encantaba. Por lo que fuera, el caso es que a punto estuve de abandonar la lectura. De no ser porque estaba convencida de que la cosa mejoraba (qué puñetas, ni convencida ni porras, ya lo sabía que había visto las tres películas) lo habría dejado a medias. 
Por suerte Las dos torres me gustó infinitamente más. Y de El hobbit ya ni hablamos, me parece una obra genial (las películas, bueno. Demasiados cambios se permitió Peter). 



Y hasta aquí mi Club de los cinco de abril. O Club de los tres. O lo que sea. ¿Qué libros os han resultado pesados al principio pero luego os han acabado enamorando?

jueves, 23 de abril de 2015

Perfect book #7


¡Hola, hola, hola! Muy feliz día a todos los que os llamáis Jorge y muy feliz día por supuesto a todos los lectores. Espero que os hayáis lanzado a las ferias del libro como locos y hayáis conseguido un montón de buenas lecturas. Yo me he despertado tarde y me ha dado pereza. Así soy, a lo loco. Para compensar he pasado el resto de la mañana leyendo como si me fuera la vida en ello. El último argumento de los reyes, para más señas, que sé que os moríais por saberlo. 

Hoy es el día perfecto para subir esta entrada. Ya sabéis de qué va. Las chicas de Estantería Compartida proponen cada dos semanas una pregunta para que nosotros vayamos construyendo poco a poco nuestro libro perfecto. La de hoy es la siguiente: 

7º. ¿Cómo son tus protagonistas psicológicamente?

Robb es un hombre que piensa rápido y mucho. Esto hace que le dé muchas vueltas a las cosas y mantenga largos diálogos consigo mismo planteándose sus opciones. Por lo general es un tipo en el que se puede confiar y bastante agradable, aunque acaba de pasar por una mala racha y busca soledad, no le apetece hacer nuevos amigos y tiene que morderse la lengua para no ser maleducado. Porque sí, su lengua puede llegar a ser muy afilada cuando está cabreado y sabe usar la ironía a las mil maravillas. Pero si lleva el cinismo por bandera se debe a que no lo ha pasado bien últimamente, no deja de ser un chico triste que recuerda con amargura y nostalgia lo iluso que fue en el pasado. 

Hasta aquí mi respuesta. No os dejéis engañar por la descripción, Robb es un tipo la mar de salado, pero lo está pasando regular. Espero que acabéis el Día del Libro estupendamente y que, los que como yo, tengáis la suerte de estar de puente, lo disfrutéis al máximo. ¡Nos leemos!

miércoles, 22 de abril de 2015

Cenizas - Ilsa J. Bick








Título: Cenizas
Autor: Ilsa J. Bick
Editorial: Nocturna









La novela juvenil tiene sus detractores y sus defensores, como todo. Yo en este caso me considero Suiza: neutral. Leo literatura juvenil sin ningún problema y me puede gustar más o menos, pero lo importante es que (en la mayoría de los casos) me entretiene mucho y me sirve para desconectar de lecturas más pesadas. Pero, a veces, estas lecturas que solamente deberían hacer pasar un rato ameno, son tan adictivas que se convierten en una de esas novelas que te dejan tocado. Cenizas es de este tipo. 

Sinopsis oficial
Alex entra en el bosque con una pistola. Cuando sale, el mundo ha cambiado.
Primero fue el zumbido. Después, los dispositivos electrónicos dejaron de funcionar. Y entonces...



Antes de empezar la reseña, un aplauso muy fuerte para quien sea que haya hecho la sinopsis. Va totalmente en serio. Sabéis que muchas veces inicio mis reseñas quejándome de las sinopsis porque revelan mucho o porque no tienen nada que ver con la historia o váyase usted a saber. Por eso me encanta encontrarme muy de vez en cuando con una de estas sinopsis: da tan poca información que consigue su propósito de picar al posible lector. Eso fue lo que ocurrió conmigo y me alegro mucho de haber ido casi a ciegas con esta novela. Os recomiendo mucha precaución con las reseñas que circulan por ahí, son demasiado completas y prácticamente cualquier detalle de más que os cuenten os va a estropear la historia. 
Me va a ser muy difícil hacer esta reseña porque voy a ir con pies de plomo para no revelar nada, así que me limitaré a hablaros de lo que ocurre en los dos primeros capítulos y a intentar comentarla un poco por encima.


Cenizas narra el inicio del apocalipsis desde el punto de vista de Alexandra, lo que supone la guinda de su vida: ha perdido a sus padres y pronto se va a perder a sí misma debido a lo que ella llama el "monstruo", un tumor cerebral que le ha arrebatado el sentido del olfato y la alegría de vivir. La conoceremos durante una excursión en la montaña y sentiremos en carne propia su desidia y esa sensación de me-da-igual-todo-y-digo-lo-que-pienso asociada a su condición de enferma terminal. Se encontrará inesperadamente con otros dos excursionistas, Jack y Ellie, y, entonces, ocurre. 

A pesar de haber sido comparada con Los juegos del hambre por activa y por pasiva para aumentar el número de ventas, esta no es una novela distópica sino post-apocalíptica, y con los acontecimientos y personajes de LJDH guarda un parecido más bien nulo, salvo una escena concreta que sí me ha recordado a la popular saga de Collins. Pero el parecido acaba ahí, Alex y Katniss no tienen nada que ver. De hecho, si tuviese que comparar esta saga con alguna otra que sirviese de referencia, sería con Las pruebas o con La cura mortal, la segunda y tercera partes de El corredor del laberinto; de hecho una de las críticas positivas de la portada es del mismísimo James Dashner. 

Alex es una chica cínica y con pocas ganas de ocultarlo, total, ¿para qué molestarse en guardar las apariencias? Su vida es una porquería y lo que le faltaba es tener que ir por ahí preocupándose del qué dirán. Pero cuando el fin del mundo acaba, se tendrá que enfrentar a cambios que no entiende y aprender a convivir con ellos. Aunque el sustrato base se mantiene a lo largo de la novela, se aprecia una evolución en el personaje sin perder su esencia, ese humor negro que la acompaña en ocasiones y las ganas de luchar. 
No os voy a hablar del resto de personajes porque no quiero estropearos la oportunidad de conocerlos, pero sí os puedo decir que no hay uno solo que no oculte un buen puñado de secretos, y la autora se saca unos giros estupendos de la manga. 

Al asistir al principio del fin junto a Alex iremos tan perdidos como ella, lo que a mí me parece un punto positivo. En esta clase de historias al principio el lector anda muy descolocado hasta que recibe las explicaciones necesarias, que muchas veces tardan capítulos en llegar, y esto saca de la lectura. Pero de esta forma, nos iremos haciendo las mismas preguntas que Alex y recibiremos las respuestas a la vez, por lo que es más sencillo conectar con la protagonista y además disfrutaréis con el proceso deductivo. La autora además juega con un recurso muy acertado: suelta detalles sin importancia como el que no quiere la cosa que páginas más tarde resultan ser un punto clave para la historia. 

La pluma de la autora es sencilla y directa contribuyendo a que la novela se lea con rapidez, algo en lo que también tienen mucho que ver las dosis de tensión que nos regala Bick. No hay capítulo que no te deje con ganas de ir a por el siguiente, en cada uno surge una nueva cuestión que debe ser respondida, un nuevo misterio que resolver o un nuevo peligro al que hacer frente. 
Y de esto último tenemos para dar y regalar. El apocalipsis de Bick es original y bien explicado, aunque desde luego en este primer libro no vamos a recibir todas las respuestas y tendremos que correr como locos a por el segundo libro (que tendremos en España dentro de nada). Tengo que advertiros de que la autora no se corta un pelo con las escenas sangrientas, encontraremos partes bastante violentas y muy explícitas, así como algunas descripciones poco aptas para estómagos delicados. Pero tranquilos, por una historia tan adictiva vale la pena pasar un mal rato (os lo digo yo, que soy la Princesita Melindres). 

De nuevo tengo que recomendaros que tengáis cuidado con las reseñas que leéis o con las opiniones que buscáis, porque además de revelaros alguna parte importante de la historia, podrían crearos una idea equivocada de la misma (volviendo al ejemplo de la comparación con LJDH). Porque si algo bueno tiene esta historia es que sorprende, cualquier cosa puede suceder y los secundarios tendrán buena parte de culpa. Giro tras giro, llegaremos a un abrupto final de infarto, que nos dejará con más dudas de las que ya teníamos y con un hormigueo de nervios por lo que le ocurrirá a nuestra protagonista. 

Cenizas merece ser leída. Seremos testigos del principio del apocalipsis de la mano de una protagonista acostumbrada a luchar por sobrevivir un día más. Tensión, intriga y un punto de gore se dan la mano en la novela de Ilsa J. Bick que os recordará que se pueden escribir historias estupendas en un género que muchos consideráis menor, la literatura juvenil. Engancha peligrosamente y deja con ganas de más. 

Sé que he dicho por activa y por pasiva que esta novela no se parece en nada a Los juegos del hambre, pero algunos diseñadores de portadas (en concreto creo que son los alemanes) parecen empeñados en no ver las diferencias. ¿No se os da un aire la chica de la portada sospechosamente a Jennifer Lawrence? Han hecho un copy-paste de un póster de En llamas...















domingo, 19 de abril de 2015

Desvariando sobre... Los problemas del lector digital


¡Hola amantes de la palabra escrita! Bienvenidos un domingo más a mis Desvaríos de lectora, esa sección en la que saco a pasear mi basura mental. Hoy vengo de nuevo con una entrada basada en experiencias propias, lamentablemente mi absurda vida es mi mejor fuente de inspiración. 
En más de una ocasión os he comentado que de forma habitual leo usando mi ebook en lugar de libros en papel. Más que nada por el elevado precio de los libros físicos, que no me sale rentable gastarme 20 euros en un libro que me va a durar dos días. Pero eso lo dejaremos para otro fascinante desvarío. 
El caso es que un lector digital tiene sus ventajas y sus desventajas, como todo. Hay por ahí un millón y medio de listas citando ambas así que no voy a perder el tiempo en hacer una lista más. No, yo voy a recopilar unos cuantos micro-infartos que me han dado a mí mientras usaba el lector. De nuevo voy a intentar explotar mi vis comica, así que sed buenos. 

1. La llamada de la gravedad

¿Qué pasa cuando se te cae el libro que estabas leyendo? Lo más grave que puede ocurrir es que se le doble alguna hoja, nada que no se pueda arreglar. Pero si lo que tienes entre manos es un libro digital te llevas el susto del siglo. 
Porque un ebook no cae y ya está, no. Eso sería demasiado fácil. Ya solo por el estruendo que monta al chocar contra el suelo el susto te lo llevas, pero no contento con ello al lector le gusta rebotar en lugar de quedarse quieto como un buen chico. Para dar el toque final, la tapa de la batería se suele ir a vivir su vida. Y mira que esos cacharros son resistentes, que aguantan los golpes que da gusto, pero la tapa de la batería es una puerca con ganas de asustar. 
Cuando recuperas la capacidad de movimiento y vuelves a ensamblar tu ebook con manos temblorosas descubres que no le ha pasado absolutamente nada. Vuelves a respirar. Entonces piensas que por qué los fabricantes de lectores no se dedican a hacer también smartphones

2. Más colgado que el prota de Misión Imposible

Seguro que a todos se os ha quedado colgado el ordenador en alguna ocasión, con frecuencia justo cuando estabais haciendo algo importante como un trabajo o comprando algo por Internet. Por más teclas que toques no hay forma de que responda, así que puedes levantarte e irte a tomar algo en lo que se decide a volver a la vida o puedes golpearle y gritarle para ver si aceleras el proceso (yo siempre opto por esta última). 
Pues sí, esto también le puede pasar a vuestro ebook, os lo digo yo que más de una vez me he muerto del susto cuando por más que intentaba pasar la página el aparatito se negaba a responder. En un ordenador tienes el consuelo de tener un montón de fantásticas teclas que ir golpeando hasta que pasa algo, pero un lector solamente tiene dos, ¿qué haces entonces? Pues tocas esas dos teclas como un histérico. Y no pasa nada de nada. Así que te pones más histérico. Sigue sin pasar nada. Tú empiezas a soltar chillidos ratoniles presa de la locura. Y de pronto resucita y pasa a la página siguiente. Al principio pones cara de alivio de que se haya arreglado solo, pero luego decides que no, que ha sido gracias a tus ataques indiscriminados y te convences de que el mundo ha perdido un gran informático contigo. 

3. Reiniciando en 3... 2... 1... ¡Ya!

Esto ya es el colmo de los colmos. Por suerte solamente me ha pasado una vez, pero a día de hoy sigo sin saber qué puñetas toqué para hacer que ocurriese. Me gusta pensar que fue una especie de rebelión de las máquinas y que yo no tuve nada que ver. 
Para poneros en situación, en mi ebook guardo algo así como 200 libros, no exagero. Algunos los he leído, otros todavía esperan a ser abiertos, pero el caso es que es lo más cerca que estoy hoy en día de tener una biblioteca en casa y lo cuido con amor maternal para que no le pase nada. 
Sin embargo, un día mientras estaba leyendo, la pantalla se quedó de pronto vacía y el aparato volvió a encenderse. Me extrañó, claro, pero como parecía que había recapacitado y que se encendía normalmente no sospeché. Cuando intenté abrir el libro que estaba leyendo, descubrí con espanto que el archivo había desaparecido. No solo ese, todos los archivos que guardaba en el lector se habían borrado por arte de magia. 
Es la vez que más cerca he estado de sufrir un ataque de nervios. Por suerte no soy tonta del todo y guardo todos mis libros en un disco duro externo. Eso sí, volverlos a meter al ebook fue un peñazo. 

4. Ese ebook parece cómodo. ¡Me sentaré encima!

Efectivamente. Alguien se ha sentado en mi lector. Tal cual. 
Tras una estupenda tarde de lectura, dejé mi ebook en el sofá y me fui a dar una ducha. Al volver al salón, descubrí a mi perro de 55 kilos alegremente sentado sobre el sofa, cosa que ya por sí sola está mal porque no le permitimos subirse a los muebles (suelta demasiado pelo). El drama principal de esta historia es que se había sentado en el sofá que hasta hacía poco había estado ocupando yo, dándole exactamente igual que mi ebook me estuviese guardando el sitio. A poco me da un patatús. 
Porque convence tú al pobre animal de que se levante de su trono y se eche en la alfombra. Já. Debió pensar que estaba intentando jugar y no había forma de hacer que se trasladase. Y mi lector todo el tiempo atrapado bajo su corpachón. Al final conseguí engañarlo con un trozo de pan y concluí mi operación de rescate con éxito. Sorprendentemente estaba de una pieza. Ya os digo que no sé de qué están hechos los lectores digitales, pero empiezo a sospechar que usan el mismo material que los chalecos antibalas. 

5. La maldición de la batería agotada

Para acabar el post he dejado la situación más frecuente y frustrante de todas. A pesar de que la batería de los lectores digitales dura bastante tiempo (de nuevo los fabricantes de smartphones deberían coger ideas) SIEMPRE se va a acabar cuando más enganchado estés a la historia, dejándote con cara de imbécil delante del aviso de "batería agotada".
He perdido la cuenta de las veces que me ha pasado esto. Y me va a seguir pasando el resto de mi vida. Es un problema que se soluciona fácil, solo hay que levantarse y poner a cargar el aparato para seguir leyendo tan ricamente. Mi problema es que cuando estoy metida de lleno en la lectura me olvido del resto del mundo, lo cual incluye al indicador de batería. Así que siempre me pilla desprevenida. 
Además el ebook es un aparato retorcido que sabe cuándo estás absorbido por un libro y escoge el momento preciso para apagarse. El día que estéis leyendo una porquería de historia tened por seguro que no se va a apagar, no, preferirá esperar a que encontréis una buena historia. Solo por esto merece la pena rascarse el bolsillo y comprar en papel los libros buenos. 

Hasta aquí mi recopilación de momentos absurdos de hoy. ¿Os ha pasado alguna vez o preferís no correr riesgos y leer siempre en formato físico? ¡Nos leemos! 


A Emma le han quitado el ebook pero aún así sigue en bucle. Pobre. 






viernes, 17 de abril de 2015

La gallina que soñaba con volar - Sun-Mi Mwang








Título: La gallina que soñaba con volar
Autor: Sun-Mi Mwang
Editorial: Nube de tinta









Esta semana la cosa va de libros que descubrí gracias a reseñas que he leído en vuestros blogs. Esta pequeña novela se ha convertido en un best-seller en Corea del Sur, lugar del que procede la autora, y desde esas lejanas tierras ha llegado a nuestro país de la mano de la editorial Nube de tinta. 

Sinopsis oficial
Esta es la historia de una gallina ponedora llamada Brote. Desde su jaula, ansía escapar a la libertad del corral y cumplir sus sueños. En su búsqueda de la felicidad, Brote se enfrentará al miedo a lo desconocido, al rechazo de los demás animales y al peligro que conlleva recorrer su propio camino.

La premisa de la que parte la historia es bastante sencilla. Ahora bien, ¿dentro de qué género la encajamos? ¿Juvenil? ¿Infantil? Diría que está orientada a un público bastante joven, puesto que se trata de una fábula que toca temas varios con sus respectivas moralejas, pero eso no está reñido con que pueda ser disfrutado por un adulto. De hecho es una historia triste, yo no la recomendaría a niños demasiado pequeños por más que tenga bonitas ilustraciones y se lea rápido. Pero claro, esto es solo mi opinión, que de niños no entiendo gran cosa ni de libros por más que me empeñe

La gallina Brote siempre ha ansiado ser madre. Pero como gallina ponedora, ese es un sueño imposible de alcanzar. En cuanto pone un huevo, se lo arrebatan antes de haber podido acariciarlo siquiera. Brote se consuela fisgando a través de un agujero en su corral que le permite ver el exterior, al resto de animales de la granja que pueden vagar por el huerto en libertad. Cuando tenga la oportunidad de cambiar su situación, no lo dudará y se enfrentará a su nueva vida con decisión, aunque tenga que sacar fuerzas de flaqueza y hacerle frente a la soledad y al peligro. 

Utilizando el recurso de los animales, la autora consigue hablar con desparpajo de un asunto que, si hubiese estado protagonizado por humanos, no habría alcanzado las mismas cotas de dulzura: la búsqueda de la felicidad. Al usar gallinas, patos, perros, para construir su novela, aporta un toque de frescura y además hace que su novela sea asequible para un rango más amplio de público, pudiendo ser tanto un cuento bonito sobre una gallina hasta una historia profunda y real como la vida misma. A pesar de su breve extensión, Sun-Mi habla sobre un buen puñado de temas: rechazo, soledad, tesón, amor, pérdida, dolor... Y todo ello desde los ojos de la encantadora gallina Brote. 

Brote es una protagonista preciosa. Es imposible no adorarla desde la primera página. Todos podemos sentirnos identificados con ella a pesar de carecer de pico y cresta: sus ansias de libertad seguro que no nos son desconocidas, su espíritu luchador y esa necesidad de seguir adelante aunque todo parezca perdido nos encandilará, su ternura nos hará incluso soltar alguna lágrima. 

Entre tanto autor de renombre, tantos lanzamientos literarios prácticamente a diario, tantos clásicos por leer, muchas veces las buenas historias pasan desapercibidas, ocultas en un rincón de la librería, especialmente si son pequeñas y con dibujos. Porque la literatura seria, la literatura que se precie de serlo, no tiene dibujos. Eso es para niños, al igual que las historias de animalitos. 
¿En qué momento empezamos a pensar así y nos olvidamos de lo que una vez fuimos? La gallina que soñaba con volar es una cura de humildad: nunca dejes pasar un libro por las apariencias. 

La historia de Brote encoge el corazón, desprende ternura y sentimiento. Pide ser leída en una tarde y quedarse contigo durante el resto de tu vida, acompañándote en los días malos y recordándote que cumplir un sueño no es fácil ni bonito, pero que ese segundo de felicidad vale la pena. 



miércoles, 15 de abril de 2015

Último aliento - Seth Patrick







Título: Último aliento 
Autor: Seth Patrick 
Editorial: Debolsillo










Otro de esos libros que he conocido vía Blogger. Me encanta este mundillo, la de novelas interesantes que me habría perdido si no hubiese abierto el blog (por otra parte mi lista de pendientes no tendría la preocupante longitud que tiene ahora mismo, claro). Entre esa portada tan enigmática, el subtítulo y la reseña positiva que leí en su día, este libro tenía que ser mío. 

Sinopsis oficial
Oír a los muertos dar testimonio de su fin nunca resulta agradable. Pero ésa es la tarea de Jonah Miller: revivir temporalmente a los muertos para que éstos se despidan de sus seres próximos o den pistas que permitan detener a quien los mató. En el curso de uno de esos contactos, Jonah tropieza con una presencia extraña y aterradora. Algo que, desde el otro lado, observa y aguarda pacientemente el momento de regresar al mundo de los vivos... para quedarse. 

Nos encontramos en una sociedad exactamente igual que la nuestra en la actualidad, salvo por un diminuto detalle: la resucitación es algo común. Los revivers son personas dotadas de la capacidad de recuperar la conciencia de una persona que acaba de fallecer y conversar con ella durante un breve período de tiempo. Esto resulta de gran utilidad por ejemplo para resolver asesinatos, aunque también tiene su aplicación en el ámbito privado: imaginad que disponéis de unos segundos muy valiosos para tener una última conversación con un ser querido. Esta práctica no es aceptada por todos los sectores de la sociedad, algunos se oponen a ella recurriendo incluso a la violencia, pero a Jonah Miller no le preocupan demasiado, él sabe que tiene un don y piensa aprovecharlo para hacer todo el bien que pueda para la sociedad, ayudando a encarcelar a asesinos. Pero durante uno de sus casos será testigo de algo inusual a la par que aterrador y comenzará a sentir que una oscura presencia lo acecha. 


PARÉNTESIS: antes de empezar con la reseña, me voy a meter un poco con el traductor. ¿Por qué revivers? ¿Qué tenía de malo la palabra "resucitador"? Imagino que lo hizo para darle caché, dinamismo, clase o lo que fuera, pero hijo, conmigo no funciona. Cada vez que lo veía escrito (y sale muchas veces) ponía los ojos en blanco. Que sepas, querido traductor, que tus trucos de guay no tienen poder aquí: en mi cabeza reviver se pronuncia tal cual. Re-vi-ver, nada de rivaiver. Y eso. FIN DEL PARÉNTESIS.

La idea que propone Seth Patrick es de lo más original. Fusiona elementos típicos de la novela negra, como un personaje torturado o los procedimientos policiales clásicos para resolver un asesinato, con toques fantásticos bastante oscuros que pueden llegar a rozar el género de terror. Desarrolla a la perfección el concepto de la resucitación y lo convierte en algo nuevo y totalmente suyo. No se trata de zombies ni de burlar a la muerte indefinidamente, además no es un proceso agradable para el difunto puesto que vuelve en las mismas condiciones en las que abandonó su cuerpo: con una herida de bala en el pecho, con la pierna rota... El autor intenta además explicar este fenómeno y darle tintes científicos, lo que me ha dejado bastante satisfecha. 
Me parece importante destacar que, pese a que esta novela se encuadra dentro del género negro, no es algo con lo que yo esté de acuerdo, ya que el elemento fantástico es demasiado importante como para que sea una mera anécdota. Si vais buscando una novela negra clásica, os llevaréis una decepción, como de hecho he leído en alguna que otra reseña, pero si vais a sabiendas de lo que os vais a encontrar, os gustará bastante. 

Los personajes me han parecido algo tópicos del género. El protagonista, Jonah, es de los mejores en su trabajo, un tipo solitario con un pasado triste a sus espaldas. Por suerte tiene cerca a su mejor amigo, un compañero de trabajo llamado Never, alegre, ligoncete y paternal. Tenemos además al jefe inflexible pero justo que se preocupa por todos y cada uno de sus trabajadores. Como os digo, los personajes no son nada de otro mundo, todos tienen su papel en la historia pero les falta un poco de chispa, es complicado cogerles cariño. 

Por el contrario, la trama es totalmente adictiva. Engancha desde el capítulo uno gracias a ese toque oscuro del que os hablaba. No obstante, el ritmo presenta algunos altibajos; es normal si tenemos en cuenta que es el primer libro de una trilogía y debe presentarnos un fenómeno complejo, pero los momentos de tensión compensan con creces estas partes puramente informativas. Seth Patrick demuestra tener mucha mano a la hora de cambiar de tono, sabiendo dosificar la intriga para no agotar al lector y atacando con todo en los momentos adecuados. Sí es cierto que algunos giros pueden ser predecibles y se ve cómo van a acabar algunas situaciones a kilómetros, pero aún así es una lectura muy entretenida. 
Si sabemos ir más allá de lo que el escritor cuenta y leemos entre líneas, descubriremos además de la trama fantástica una cierta crítica social perfectamente aplicable a nuestros días. Me ha gustado esa forma de presentarlo, para que haga mella en el lector sin que este se dé cuenta del todo de lo que intenta. Muy astuto. Los muertos también tienen sus derechos y deben existir normas para evitar las malas prácticas. Pero eso sí, tengo una pequeña queja que puede ser considerada spoiler, así que la voy a ocultar, SPOILER: eso de que el malo sea el presidente de una compañía biotecnológica no me ha gustado nada de nada, transmitir ese mensaje me parece un poco asqueroso siendo yo misma biotecnóloga. Pero en fin. FIN DEL SPOILER. 

Ultimo aliento es una apuesta interesante y muy original que nos introduce en una sociedad en la cual la resucitación es una práctica habitual, con sus detractores y sus defensores. Unos personajes que tiran de tópicos son los encargados de conducir una trama intrigante plagada de tensión a pesar de poder ser predecible en ciertos puntos. Una lectura agradable y muy entretenida.  


domingo, 12 de abril de 2015

Desvariando sobre... Compañeros


¡Hola, hola! Domingo y desvarío, todo un clásico. El Desvarío de lectora de hoy se lo tenéis que agradecer a Atenea, que fue la que me sugirió el tema (y aprovecho para recordar que todas las sugerencias para los Desvaríos son bienvenidas, ya sean temas serios como de broma). 
Hoy os voy a hacer una de mis típicas listas, esta vez clasificando a la fauna que nos podemos encontrar en una clase ya sea de instituto como de universidad. Lo sé, lo sé, este blog va sobre libros, ¿qué tiene eso que ver? No problem! Porque cada tipo de compañero de clase va a ir asociado a un personaje literario. Lo sé. Brillante. Amo mi cerebro. 
Además es un tema que da mucho juego. Todos hemos ido a clase en un momento u otro de nuestra vida y nos hemos topado con los mismos personajes. Vamos a ver a cuántos de vuestros compañeros identificáis. 
Para los que no conozcáis al personaje literario en cuestión, dedicaré un par de frases a hablar de él/ella para que os podáis situar. 

1. Kvothe

Protagonista de El nombre del viento (¿os he hablado alguna vez de este libro? ¿Eh? ¿EH?). Músico, mendigo, ladrón, estudiante, mago, héroe y asesino. Pelirrojo en su tiempo libre. Un tipo muy completo. 
Y pese a que adoro a Kovthe y al libro del que ha salido, tenemos que admitir que un poco pedante sí que es, especialmente cuando está en la Universidad. Sabe más que nadie, lo cual incluye al profesor, y no tiene problema alguno en corregirlo cuando se equivoca, en voz bien alta y dejando claro quién manda aquí.  Sus continuas interrupciones acaban por aburrir al resto, pero es su tono prepotente lo que realmente es insufrible. 
Sí, habéis acertado. Me ha tocado sufrir a uno de estos durante bastante tiempo. Y acaban por cansar. 

2. Draco Malfoy

Enemigo declarado de Harry Potter, niño rico y sangre limpia. Se pasea por Hogwarts como si fuese suyo y está convencido de que tiene palabra de rey.
Al igual que Draco, hay gente que cree firmemente que nos interesa lo que se les pasa por la cabeza, así que nos hacen un favor a todos y lo comparten en voz alta. ¡Más majos! Lo mejor de todo es que se consideran graciosos. Pero no. En un mundo perfecto, se haría un silencio después de que los Draco Malfoy del mundo soltasen uno de sus chistes sin gracia, pero el mundo no es una máquina de cumplir deseos y siempre hay un par que se ríen. Porque Draco sin Crabbe y Goyle no sería nada. 
Por suerte no me topo con un Draco Malfoy desde los primeros años del instituto. Me gusta pensar que alguien cumplió mi sueño de darles un sillazo en la cara y captaron el mensaje. Quizá maduraron solos, pero es más bonito lo otro. 

3. Frodo Bolsón

Hobbit procedente de La Comarca mundialmente famoso por ser el protagonista de El señor de los anillos. Menudo viaje le dio al pobre Sam venga a quejarse. Llorica. 
Los Frodo Bolsón son personas estupendas y perfectamente normales hasta que toca entrar a un examen. Entonces comienzan a resoplar, a ponerse nerviosos y a gimotear por las esquinas, poniendo histérico a todo el que tiene la mala suerte de estar cerca de ellos. La mayor parte de los compañeros aprenden pronto que es mejor evitarlos (siempre hay algún Sam bondadoso que se compadece y intenta tranquilizarlos), sobre todo porque al igual que a nuestro querido hobbit al final todo les sale bien y sacan una nota estupenda. Lo dicho. Lloricas. 
Aquí me toca morir de vergüenza y admitir que yo soy un poco Frodo antes de hacer una exposición oral. Por suerte tengo a mi alrededor a unos cuantos Sams que impiden que me esconda debajo de una mesa. 

4. Ned Stark

Uno de los protagonistas de Juego de tronos. La primera de las muchas sorpresas que nos tenía reservadas George R.R. Martin. De bueno es tonto. Ned, que lo de aliarse con Meñique se veía a kilómetros que no era la mejor de las ideas... Perdón, me corrijo, lo sabíamos todos menos él. 
El Ned Stark es ese compañero de cuya boca siempre sale alguna de estas expresiones: "¿que los problemas los vamos a corregir hoy?"; "¿que el trabajo hay que entregarlo mañana?"; y la mejor de todas, "¿¿¿QUE EL EXAMEN HA SIDO ESTA MAÑANA???" El Ned Stark inspira mucha ternura, está permanentemente a por higos y se entera de las cosas importantes cuando es demasiado tarde. Desconocen eso que el resto del mundo sabe desde hace tiempo. 
Afortunadamente para él/ella suele caer bastante bien al resto de la clase, por lo que a su alrededor se organiza una red de información para comunicarle las cosas importantes antes de que haya que lamentar pérdidas. 

5. Mary (Buscaré el océano)

Quizá este personaje os sea desconocido a muchos de vosotros. Mary es la protagonista de Buscaré el océano o Cómo partir de una buenísima idea y estropearla con una protagonista insufrible. Esta tía es una petarda con todas las letras, se encarga ella solita de arruinar lo que podría haber sido un libro estupendo. Insufrible e insoportable. 
Seguro que aunque la protagonista no os sonase, ya le habéis puesto cara al compañero tipo Mary. Mary puede tener una tos fuerte y constante que os hace temer que se vaya a extender una epidemia de tuberculosis; quizá en vuestro caso no deja de pasar y pasar hojas, por supuesto cuando el resto permanecéis en silencio; o, y creédme cuando os digo que esta es la peor de todas, se ríe continuamente, no se sabe muy bien porqué, pero con una risa más parecida a un rebuzno que a un sonido humano. Pasar cinco horas al día con un compañero tipo Mary da ganas de tirarse al río más próximo o de tirarlo a él/ella. Al igual que la protagonista de la que recibe su nombre, es insufrible e insoportable. 

Creo que ya me he desahogado bastante por hoy. ¿Qué os ha parecido el experimento? ¡Feliz domingo y nos leemos!






viernes, 10 de abril de 2015

Tardes de chocolate en el Ritz - Reyes Calderón







Título: Tardes de chocolate en el Ritz
Autor: Reyes Calderón
Editorial: Planeta









Prefiero moverme entre obras de ficción, pero de cuando en cuando, una novela de no ficción me entra por los ojos y me empeño en leerla a pesar de saber que no es lo mío. De momento, todas estas breves incursiones en el género me han dejado muy buen sabor de boca, así que siempre me animo siguiendo esta clase de instintos. Eso fue lo que me ocurrió con Tardes de chocolate en el Ritz y su preciosa portada. 

Sinopsis oficial
La noche en que se conocieron en la recepción de una embajada, nada hacía presagiar que Marta y Reyes acabarían siendo amigas. Excéntrica, adicta al lujo, con varios fracasos amorosos a sus espaldas y un marido recién estrenado, Marta no parecía tener nada en común con Reyes, una mujer volcada en su profesión y su familia. Pero el destino las unió y, contra todo pronóstico, comenzaron a reunirse el tercer jueves de cada mes en el Ritz. Entre animadas charlas y reconfortantes tazas de chocolate, sus vidas terminaron entremezclándose. Porque, sin saberlo, las dos andaban en busca de la misma felicidad.

Es complicado encajar este libro dentro de una categoría completa, puesto que camina en la fina línea que divide un ensayo de unas memorias. Los capítulos alternan anécdotas de la propia escritora con su forma de entender la vida, permitiendo al lector que eche un vistazo en su interior. Pero cuidado, no os confundáis, no tiene lo suficiente de autobiográfico como para detallar escenas pasadas con todo lujo de detalles, Reyes Calderón no cae en el morbo ni el cotilleo y ya avisa de que envuelve los hechos en un halo de ficción que impide reconocer a los personajes (presumiblemente famosos) que aparecen en ellos.  No, lo que pretende, y en mi opinión consigue, Reyes con su libro es que nos paremos un momento a pensar en el mundo que nos rodea y reflexionemos un poco, solo un poco. 

Para evitar que el libro pueda hacerse pesado, la autora introduce pequeños toques de humor y leves pinceladas de intriga mediante la figura de su amiga Marta, protagonista indiscutible de la novela. Este personaje es un poco cliché: mujer florero aparentemente contenta con su vida centrada en colgar del brazo de su esposo, un hombre de negocios de éxito mayor que ella y bastante repugnante , pero que sin embargo oculta secretos pasados y pesadas cargas que hacen que su aparente felicidad sea solo eso, una falsa apariencia.Pero que sea un personaje plagado de tópicos no le resta dulzura ni buen humor. Además es el contrapunto perfecto para Reyes, y la amistad entre dos mujeres tan distintas se convierte en el hilo conductor de la novela que permite enlazar unos temas con otros. 

El estilo narrativo de Reyes Calderón es sencillo, incluyendo una gran cantidad de expresiones coloquiales que hacen que la lectura resulte cercana y entretenida. Los temas que trata, además, también contribuyen a esa sensación de cercanía, puesto que habla de cuestiones que todos conocemos y que tenemos a nuestro alrededor día a día, como pueden ser el perdón, el feminismo (este capítulo en particular me ha encantado) o el tiempo. 
No obstante el libro también está plagado de citas de personajes importantes, por ejemplo filósofos de prestigio, y otra serie de datos de gran variedad que le dan a la obra el toque sesudo que necesita para alejarla de una simple historia y convertirla en un "ensayo a ratos", por llamarlo de algún modo. 

Tengo que advertir que este no es uno de esos libros que te cambian la vida con su filosofía. Esa no es siquiera la intención de la autora al escribirlo. Os vuelvo a repetir lo que os he comentado al principio: Reyes no pretende cambiar la vida de nadie y desde luego tampoco está escribiendo un manual de autoayuda. ¿Que compartes su filosofía? Estupendo. ¿Que no la compartes? Muy bien. ¿Que antes no pensabas lo mismo pero que después de leerlo has cambiado de parecer y compartes su visión de la vida? Mejor para ti. Esta novela es un entretenimiento que invita a la reflexión, pero que no obliga a ello. En mi caso he disfrutado bastante leyéndolo, puesto que la autora y yo compartirmos la manera de ver las cosas, así que me ha resultado una lectura bastante agradable. Siempre es reconfortante encontrar a alguien que piensa como tú. 


Un título más que sugerente, una portada atrayente y un buen repertorio de temas que discutir son los ingredientes que dan lugar a Tardes de chocolate en el Ritz, novela que cumple sus objetivos: entretiene y endulza. Al igual que el chocolate que tanto adoran sus protagonistas, la novela tiene partes tan inocentes como el chocolate blanco, tan deliciosas como el chocolate con leche y tan amargas como el cacao más puro. No por casualidad, lo mismo ocurre en la vida. ¿Un mordisquito? 




jueves, 9 de abril de 2015

Perfect Book #6

¡Hola lectores! Aquí vengo un jueves más con esa iniciativa tan estupenda que se hace los miércoles pero que yo como vivo en la parra siempre subo los jueves. Me refiero a Perfect Book, original del blog Estantería Compartida, que consiste en ir respondiendo a las preguntas que nos plantean sus administradoras para construir poco a poco el libro perfecto. 

Hoy toca la sexta pregunta, que es la siguiente: 6º: ¿Cómo son tus protagonistas (físicamente)?

Hoy os voy a dar un adelanto de mi novela, ya que el propio protagonista habla de sí mismo en el capítulo 2. Así además podéis juzgar como escribo: 
<<Tengo los ojos de la gran mayoría de la población, marrones oscuros. Lo cierto es que todo en mí era bastante anodino. Me ajustaba al ciudadano medio a la perfección: complexión media, altura media, inteligencia media (y por desgracia también salario medio). No llevaba barba, había intentado dejármela durante mis años de universidad pero me picaba demasiado y me molestaba, así que desistí. Nariz pequeña, labios finos y mentón pronunciado. Lo que vendríamos a llamar un tipo del montón. Cabello marrón, otro gran clásico. Actualmente lo llevaba un poco largo para mis estándares habituales, pero no me había dado tiempo de pasar por la peluquería con todo el ajetreo de la mudanza y el flequillo amenazaba con tapar mis “muy bonitos” ojos.>>
Se podría resumir en que es un hombre normal de unos veintimuchos, pero me gusta darle bombo a las cosas. 

Hasta aquí la respuesta de hoy. Os animo a que os apuntéis a la iniciativa, a mí me está viniendo genial para aclararme las ideas. ¡Feliz jueves!

miércoles, 8 de abril de 2015

Diario de una dama de provincias - E.M. Delafield







Título: Diario de una dama de provincias
Autor: E.M. Delafield
Editorial: Libros del asteroide









Este libro lo conocí en la blogosfera gracias a un par de reseñas muy positivas que me picaron la curiosidad, así que me hice con él en cuanto pude. Pero soy como soy y al poco me olvidé de que lo tenía y se quedó sin empezar, hasta que hace un par de días lo volví a encontrar por casualidad mientras buscaba otra novela. Y me dije, ¿por qué no? Así que decidí, esta vez sí, empezarlo. Casualidad de casualidades, ha resultado ser el libro que necesitaba justo ahora. 

Sinopsis oficial
La dama de provincias vive en una preciosa casa de campo, tiene dos hijos encantadores y un marido que, cuando está con ella, acostumbra a dormitar tras las páginas del Times. Lleva un diario que le sirve para poner un poco de distancia con las cosas que le suceden; en él escribe sobre sus esfuerzos para equilibrar la economía familiar y lidiar con su temperamental cocinera y la sensible institutriz francesa de sus hijos; así como sobre su lucha constante por mantener a raya a su engreída vecina, Lady B., y sus denodados esfuerzos por estar siempre a la altura de las circunstancias.

El Diario de una dama de provincias  es precisamente eso, el día a día de una mujer de clase media-alta que vive en el campo durante la Inglaterra de los años 30. La dama de provincias (quien por cierto carece de nombre) aprovecha esas páginas para descargar sus frustraciones y plantearse dudas suscitadas por sus interacciones sociales, a la par que nos sitúa en su entorno familiar y nos habla de su precaria situación económica. 

La premisa del libro es bastante sencilla y puede erróneamente parecer aburrida. Una señora plantando tulipanes no le interesa a nadie. Bien, si seguimos esta idea y descartamos el libro sí estaremos cometiendo un error. La dama de provincias resulta ser una mujer adelantada a su tiempo que armada con una buena dosis de sarcasmo se enfrenta al tiempo en el que le ha tocado vivir, en el que mantener las apariencias y dar sensación de opulencia está a la orden del día. 
Nos presenta una sociedad atrapada a medio camino entre las anticuadas convenciones sociales del siglo XIX y la verdadera época moderna que representa el XX en el que se encuentran. Los movimientos feministas comienzan a cobrar fuerza, pero en la casa de la dama de provincias no hay grandes cambios, ella es la que se ocupa de prácticamente todo mientras su marido Robert (qué bofetada le habría dado, que aburrimiento de señor) lanza algún que otro comentario monosilábico y en general vegeta en su sillón. Y por supuesto conoceremos a todas sus amigas y nos daremos cuenta de que las relaciones sociales no han cambiado demasiado desde entonces: no decimos todo lo que nos gustaría, sino que tenemos que mordernos la lengua y sonreír. De ahí nacen todas las dudas que apunta en su diario y que nos harán soltar más de una carcajada. 

E.M. Delafield consigue con su novela crear unos personajes reales como la vida misma (no en vano se trata de una historia parcialmente autobiográfica) encabezados por una protagonista de postín con la que es imposible no encariñarse. Especialmente he adorado los momentos en los que se le ocurría soltar alguna broma que el resto de los asistentes a la fiesta no entendían, dando lugar a uno de esos silencios incómodos llenos de miradas esquivas. Era como estar leyendo una novela protagonizada por mí. 

La única pega que le pongo es la abundancia de frases en francés sin traducción. Yo no hablo ni una triste palabra en ese idioma, habría agradecido una traducción a pie de página porque me he quedado con la sensación de perderme muchos momentos divertidos. 

La reseña de hoy se queda un poco cortita, al igual que la novela de la que trata, sobre todo debido a que este es un libro complicado de analizar. Lo que la autora logra con el Diario de una dama de provincias es comparable a sacar un conejo de una chistera: obtiene algo estupendo a partir de "nada". Y es que se trata de rutina pura y dura convertida en algo divertido y digno de ser leído. Os lo recomiendo para vuestras horas bajas, para desconectar de lecturas pesadas o simplemente por el placer de reír al vernos reflejados en las páginas de un libro. 

Os dejo con una foto de la edición inglesa que me ha parecido preciosa: