domingo, 29 de marzo de 2015

El club de los cinco: Libros para un resfriado

Perturbador
¡Hola lectores! Marzo se acaba y toca un nuevo Club de los cinco, esa sección en la que hago mi top 5 sobre el primer tema que me viene a la cabeza. 
Espero que para vosotros el mes acabe mejor que para mí, porque llevo un catarro que me hace estornudar tantísimo que mi perra ha acabado por levantarse y marcharse indignada porque no la dejaba dormir. Lo siento por ella. Pero algo bueno tiene este resfriado, y es que me ha dado material para el Club de los cinco de hoy. Os hablaré de los libros que me gusta releer cuando estoy mala, esos libros sencillitos que me reconfortan y me hacen sentir mejor. 

5. Este libro es uno de los que más he releído en toda mi vida. Lo descubrí cuando estaba en el colegio y le cogí mucho cariño. Es muy cortito y me lo sé casi palabra por palabra. Cuando lo abro me siento como si me hubiese reencontrado con unos amigos que hace tiempo que no veía, esa clase de gente con la que puedes ser tú mismo y relajarte. 




Es un libro juvenil (muy juvenil) de detectives contado en clave de humor. Su protagonista, Gil Abad, siempre consigue hacerme reír, por eso recurro a él cuando estoy pachucha. Si ya le sumamos un Cola-Cao, me vuelvo a sentir como cuando tenía 12 años. 







4. La novela que viene a continuación no me gusta demasiado, para qué os voy a mentir, pero es un libro bastante fácil de seguir cuando estás febril, así que se queda dentro de la lista de hoy. 





No está entre mis preferidas, aunque esa portada que tiene es absolutamente preciosa, pero no le habría dado una oportunidad de no ser porque estaba enferma y necesitaba un libro sencillo, sin nombres extraños y tramas intrincadas. La selección cumple con creces en ese sentido, una historia para leer cuando no tienes muchas ganas de concentrarte en algo complicado. 






3. Este sí que es uno de mis favoritos. Acudo a él cuando necesito urgentemente olvidarme de ese molesto dolor de garganta y echarme unas risas. 






No soy muy de chic-lit pero la verdad es que este libro es un best seller muy merecido, es divertidísimo y sencillo de leer. De lo mejorcito para cuando estás enfermo. 








2. Si no estáis demasiado atontados por la fiebre, solamente un poco fastidiados y con ganas de pensar en cualquier otra cosa que no sea el catarro que se avecina, esta recomendación es para vosotros. 




Es una novela sencilla, como todas las de la entrada de hoy, pero tiene el punto justo de intriga y complicación para considerarse adictiva. También es válida para una tarde especialmente aburrida (al fin y al cabo el aburrimiento es una de las peores cosas de estar enfermos, es casi casi una clase de enfermedad por derecho propio). 








1. Y mi gran elección para las tardes de enfermedad. Otra de esas novelas que me hacen volver a mi infancia, a esa sensación algodonosa de tranquilidad. 






Por supuesto. No podía faltar. Harry y sus amigos me hacen olvidarme de la congestión y el malestar general. Los farmacéuticos deberían recomendar una buena lectura de cuando en cuando. 










Aquí termina mi selección de libros para una tarde con unas décimas de fiebre. ¿A qué libro recurrís vosotros cuando no os encontráis en plena forma? 

viernes, 27 de marzo de 2015

El Imperio Final - Brandon Sanderson








Título: El Imperio Final
Autor: Brandon Sanderson 
Editorial: Ediciones B









Como ya os he dicho en alguna ocasión, hasta el momento no había catado la prosa de Brandon Sanderson y me moría de ganas por empezar, pero tantas ganas no tendría cuando no hacía otra cosa que posponerlo. Se habla mucho de este prolífico autor por ser considerado uno de los principales renovadores del género fantástico. Y qué queréis que os diga, yo siempre tengo mi anti-hype activado. Soy muy escéptica con los autores que son tan vitoreados, creo que hay demasiado marketing de por medio. 
Pero no se puede hablar sin saber, por más que este sea uno de mis entretenimientos favoritos. Así que finalmente me decidí a empezar con la saga Nacidos de la bruma. Y madre mía... pero qué idiota he sido. ¿Por qué nadie me había golpeado en la cabeza con El Imperio Final hasta obligarme a leerlo? 

Sinopsis oficial
Durante mil años han caído las cenizas y nada florece. Durante mil años los skaa han sido esclavizados y viven sumidos en un miedo inevitable. Durante mil años el Lord Legislador reina con un poder absoluto gracias al terror, a sus poderes y a su inmortalidad. Le ayudan «obligadores» e «inquisidores», junto a la poderosa magia de la «alomancia». Pero los nobles han tenido a menudo trato sexual con jóvenes skaa y, aunque la ley lo prohíbe, algunos de sus bastardos han sobrevivido y heredado los poderes alománticos: son los «nacidos de la bruma» ('mistborns'). Ahora, Kelsier, el «superviviente», el único que ha logrado huir de los Pozos de Hathsin, ha encontrado a Vin, una pobre chica skaa con mucha suerte… Tal vez los dos unidos a la rebelión que los skaa intentan desde hace mil años puedan cambiar el mundo y la atroz dominación del Lord Legislador.

Las sucias calles cubiertas de ceniza gris del Imperio Final están acostumbradas al sufrimiento, a la tristeza y a la resignación de los skaa. Los obligadores del Lord Legislador se encargan de ello a conciencia: deben recordar cuál es su sitio. Son poco más que animales, ellos lo saben y aceptan su lamentable existencia. Pero pese a ello en ocasiones a los nobles se les olvida y aparecen bastardos que pueden ser muy peligrosos si heredan sus poderes alománticos. 
Aunque los mestizos son perseguidos y eliminados, es imposible eliminar por completo los bajos fondos: bandas de criminales que se ganan el sustento a base de timos y estafas. Vin forma parte de una de estas bandas. Su miserable existencia la ha convertido en una joven pesimista y desconfiada, convencida de que no debe entablar amistad con nadie, pues todos te traicionan tarde o temprano. Pero conocer a Kelsier y a su banda hará que se tambalee todo en lo que hasta entonces ha creído. 

Os confieso que llevo un rato largo escribiendo y reescribiendo esta reseña, puesto que tengo la sensación de que nada de lo que diga a continuación va a conseguir hacerle justicia a esta novela. Eso ya debería daros una pista de lo buena que es. 

En las novelas de fantasía es habitual encontrarnos con un héroe que debe derrotar a un malvado villano y a sus oscuros seguidores. El Imperio Final no se escapa de este esquema básico. Entonces, ¿dónde está la originalidad? 
En primer lugar, en sus personajes. Brandon Sanderson nos presenta a una banda de criminales que guarda cierto parecido con los protagonistas de la película Ocean's Eleven: no son estafadores, son LOS estafadores. Cada uno de ellos tiene un talento especial y es el mejor en lo suyo. Sus diferentes personalidades se complementan a la perfección y construyen un grupo equilibrado capaz de filosofar y gastar bromas en la misma conversación. 
Un grupo de tales características no puede estar liderado por cualquiera. Kelsier es una leyenda. El único que ha sido capaz de sobrevivir a los Pozos de Hathsin, el lugar donde el Lord Legislador envía a los condenados a muerte. Las penurias que tuvo que soportar allí lo han cambiado, lo han convertido en un ser muy raro y peligroso: un nacido de la bruma. Es capaz de quemar los diez metales, teniendo acceso a dones sobrehumanos al alcance de muy pocos. Kelsier es un personaje curioso. Siempre sonriente, despreocupado, alocado, confiado y tardón, pero sobre todo carismático. Es fácil encariñarse con él y entender cómo ha acabado al frente de una banda formada por los mejores. El trabajo que les propone en esta ocasión es el más arriesgado de todos, pero sin embargo lo seguirán. Es imposible no creer en él. 
Finalmente tenemos a Vin. Se ha criado en las calles pasando de una banda de ladrones a otra desde que su hermano la abandonó. Desconfiada y pesimista, lo único que quiere es soledad y pasar desapercibida. Pero el jefe de la banda se ha encaprichado con ella, convencido de que los trabajos salen mejor cuando ella está presente en la sala. Y no anda muy desencaminado... Vin es sin duda alguna el personaje que más evoluciona a lo largo de la novela y su indiscutible protagonista, aunque de cuando en cuando Brandon Sanderson nos narre la historia desde el punto de vista de otros personajes como Kelsier. Se convertirá en una pieza clave de la banda y la rebelión, pero para ello tendrá que ser entrenada y abrir su mente a una nueva forma de pensar. 

Los personajes son una parte importante de la novela, eso es innegable, pero no son lo único en lo que destaca El Imperio Final. La ambientación es muy original: constantes lluvias de ceniza ensucian las calles y ropas, dando a las ciudades un toque descorazonador. Y por la noche, aparecen las misteriosas brumas, fuente de temores alimentados por oscuras leyendas. Para los skaa es impensable adentrarse en ellas, son el territorio de los nacidos de la bruma, que se dejan envolver por ellas para utilizar sus poderes alománticos. Un escenario tentador y que el autor sabe aprovechar. 
Y qué decir de la alomancia. La magia inventada por Brandon Sanderson es innovadora e inteligente. ¿Qué pasaría si alguien decidiese aplicar las leyes físicas a la magia? A él se le ha ocurrido hacerlo y el resultado es el mejor de los posibles. Toda acción tiene su consecuencia, no se puede hacer uso de los metales, la fuente de estos poderes, alegremente y sin control alguno, porque un empujón en una dirección hará que tú salgas disparado en sentido contrario. De ahí la necesidad de entrenamiento de Vin. Además es original la fuente de la que extraer poder, los metales, y las explicaciones que proporciona el autor sobre por qué no todos los metales pueden ser quemados para su uso. 

A pesar de que la historia está narrada en tercera persona, al final de cada capítulo encontraremos un par de frases escritas en primera persona que no parecen encajar de ninguna forma con lo que se nos acaba de contar. Al principio, estos breves párrafos me incomodaban pues no entendía a cuento de qué venían, pero al poco han sido lo que más enganchada me ha tenido. Ansiaba llegar al final del capítulo para poder obtener nuevas trazas de esa historia tan intrigante y atar cabos. Este es otro de los puntos que convierten esta novela en algo nuevo y diferente dentro del género fantástico. 

La trama está plagada de buenos giros que pillarán al lector completamente por sorpresa. A pesar de que los capítulos son bastante largos se devoran con rapidez debido a la urgente necesidad de saber. Es una historia adictiva que intriga, sorprende, entristece y hace sonreír. Para todo ello Sanderson no necesita recurrir a un lenguaje rebuscado, es directo y conciso. Consigue que sus explicaciones resulten amenas y fáciles de seguir, con lo que el lector no se aburre en ningún momento, y algún que otro leve toque de humor hace la lectura llevadera e impide que se estanque. Con su prosa directa y sin artificios el autor logra que una obra extensa se nos haga corta. 
Además esta obra tiene algo que muchos lectores consideraréis un plus: pese a formar parte de una saga, su final es lo suficientemente cerrado como para considerarlo libro único, así que no tenéis por qué caer en una saga infinita, leed tranquilos esta primera novela como si fuese autoconclusiva. De todos modos, el resto de los libros de la trilogía ya están publicados, por lo que no habría que esperar entre uno y otro. Cada cual que haga lo que prefiera. Yo tengo claro que voy a seguir con el universo de los nacidos de la bruma. 

Recapitulando: originalidad, buenos personajes, intriga, ambientación impecable y una pluma sencilla. El Imperio Final se convierte entra en mi corazón por la puerta grande y dispuesto a quedarse durante mucho tiempo. ¿Os gusta la fantasía? Tenéis que leerlo. ¿No os gusta la fantasía? Tenéis que leerlo. Es uno de esos libros que deben ser leídos por todo amante de la buena literatura. Se merece un lugar en cualquier estantería. Una obra inteligente e innovadora que cautivará a todo aquel que se aventure entre sus páginas. 

Os dejo una estupenda ilustración de Kelsier (o yo creo que es Kelsier, igual solo es un brumoso que pasaba por allí) para finalizar la reseña. 












jueves, 26 de marzo de 2015

Perfect book #5


¡Hola lectores! Llevo una semana muy liada así que hago una entrada muy rápida y me marcho en seguida, pero mañana me paso por vuestros blogs, prometido. 
Un miércoles más (sí, es jueves, pero ayer no tuve tiempo para meterme al ordenador siquiera) las chicas de Estantería Compartida nos animan a crear nuestro libro perfecto cachito a cachito. Vamos con la pregunta de hoy: 

5ª Pregunta: ¿Realidad o fantasía?

Muchísimos elementos fantásticos; ya os he adelantado que tenemos inmortales y viajes en el tiempo, pero eso no es más que la punta del iceberg. Pienso introducir todo aquello que se me ocurra, desde elementos que ya existen como los vampiros o los zombies, hasta otros nuevos creados por mí. 
Lo que va a diferenciar mi novela de obras de fantasía urbana va a ser que voy a tratar de darle una explicación científica usando lo que he aprendido en la carrera (para más datos estoy en el 4º año de Biotecnología, tengo una base bastante buena). 
Entonces, resumiendo, fantasía explicada desde un punto de vista científico. Puede salir muy bien o ser un espanto. Veremos. 

Hasta aquí mi visita express. Pasad un buen jueves, y ánimo, ¡que las vacaciones están a la vuelta de la esquina!

miércoles, 25 de marzo de 2015

El marciano - Andy Weir







Título: El marciano
Autor: Andy Weir
Editorial: Ediciones B







Este fue uno de los pelotazos del 2014, la novela que estaba en boca de todos los entendidos en ciencia ficción. Andy Weir tuvo la osadía de autopublicarla y en el mundo editorial se dieron de bofetadas para conseguirla. Incluso el famoso director Ridley Scott se interesó por los derechos para hacer una adaptación (se rumorea que el protagonista podría ser encarnado por Matt Damon, nada menos). Así que en La página 941 acabamos por ceder a la curiosidad y descubrir si el libro era tan bueno como lo pintaban. ¿Y lo es? Ya sabéis lo que os toca si queréis averiguadlo: seguid leyendo. 

Sinopsis oficial
Seis días atrás el astronauta Mark Watney se convirtió en uno de los primeros hombres en caminar por la superficie de Marte. Ahora está seguro de que será el primer hombre en morir allí. la tripulación de la nave en que viajaba se ve obligada a evacuar el planeta a causa de una tormenta de polvo, dejando atrás a Mark tras darlo por muerto. Pero él está vivo, y atrapado a millones de kilómetros de cualquier ser humano, sin posibilidad de enviar señales a la Tiera. De todos modos, si lograra establecer conexión, moriría mucho antes de que el rescate llegara.
Sin embargo, Mark no se da por vencido; amado con su ingenio, su habilidad y sus conocimientos, se enfrentará a obstáculos aparentemente insuperables. Por suerte, el sentido del humor resulta ser su mayor fuente de fuerza. Obstinado en seguir con vida, incubará un plan demencial para contactar con la NASA.

Antes de empezar con la reseña del libro en sí, es destacable el estupendo prólogo escrito por Miquel Barceló en el cual habla sobre la ciencia ficción y la fantasía en los últimos años. Ya solo por eso vale la pena leer el libro. Todos los elogios se quedan cortos. Un texto en el que es capaz de hablar sobre biotecnología y George RR Martin a mí me gana. 

Entrando ya en materia, Andy Weir nos trae la historia de Mark Watney, un astronauta atrapado en Marte que lucha por sobrevivir mientras su equipo y el resto de la población de la Tierra creen que está muerto. Abandonado a su suerte, tendrá que utilizar las herramientas de las que dispone para resistir hasta que la próxima misión espacial llegue al planeta rojo. Pero para eso quedan todavía cuatro años... 

En las novelas de ciencia ficción son abundantes las descripciones de media página de artefactos de tecnología punta con nombres extraños y funciones más peculiares todavía, o bien el autor se entretiene durante párrafos y párrafos para hablarnos de la arquitectura futurista, la vegetación modificada genéticamente o mil historias por el estilo. En definitiva, nos encontramos con cantidades ingentes de información que supuestamente deben ayudar al lector a imaginar la escena, pero que en muchos casos le aburren y sacan de la historia. Cuando abrí El marciano esperaba encontrarme con páginas y páginas en las que el autor nos hablaba de la superficie marciana. Iba preparada incluso para leer en diagonal. 
Pero no ha sido así. La mayor parte de la novela está escrita simulando el diario de Mark, en el que nos cuenta lo que para él es vital: su propia supervivencia. No tiene tiempo que perder hablando de lo bonito que es Marte, es más importante calcular las calorías que necesita para resistir. Así que las descripciones que nos ofrece Andy Weir son bastante diferentes a lo acostumbrado en una novela de esta clase. Él plantea una situación propia de la ciencia ficción, pero la ataca con fría lógica y busca maneras de hacerla creíble y de alguna forma cercana para el lector. Todo un acierto dar explicaciones basadas en la ciencia. 

El punto fuerte de la novela es sin duda alguna su protagonista. Para abrir boca, os regalo la primera frase que escribe en su diario: "estoy bien jodido". No es para menos. Muchos otros habrían enloquecido al encontrarse en su situación, pero Mark hace gala de un ingenio impresionante y de un gran sentido del humor. La combinación de ambos le impedirán caer en la locura y perder la esperanza, por más peliaguda que sea la situación en la que se encuentra. Esta novela es un canto a la vida, a la fuerza y al tesón. El astronauta abandonado que sabe que lo tiene todo en contra pero que aún así se enfrenta al destino contra viento y marea. 
Pero cuidado, no os confundáis al leer mi párrafo anterior. Esta es una novela sobre superación y supervivencia, cierto, pero está narrada en clave de humor la mayor parte del tiempo. Andy Weir tiene unas salidas de tono que os sacarán más de una carcajada.

Cada una de las entradas del diario de Mark son bastante cortas y dejan con ganas de saber más, por lo que se consigue un ritmo de lectura bastante ágil. Puede que a algunos lectores se les haga pesado, ya que durante el primer tercio de la novela no tenemos ni un solo diálogo. Desde luego este no ha sido mi caso, me ha dado absolutamente igual, el humor del protagonista sumado a la tensión que creaba el autor en ciertos momentos me ha tenido irremediablemente pegada a las páginas. No hay un solo segundo de aburrimiento. 
Pero no todo iba a ser cachondeo. Andy Weir demuestra ser una autor al que vale la pena vigilar al sorprendernos con un cambio de registro, pasando del humor desenfadado del astronauta a escenas de auténtica desesperación protagonizadas por otros personajes de los que no hablaré para no hacer spoilers.  Esta capacidad de cambiar de tono me ha dejado muy buen sabor de boca. 
Tal y como cabe esperar, en esta novela nos vamos a encontrar con una gran cantidad de giros que van a traer de cabeza al pobre Mark. La trama es una montaña rusa, todo va maravillosamente durante un rato, pero de golpe y porrazo todo se tuerce y el protagonista tiene que ponerse a pensar de nuevo. Aunque como digo es previsible que vamos a tener buenos giros, Andy Weir consigue pillarnos tan por sorpresa como a su protagonista. Y lo mejor de todo es que es capaz de explicar cada una de las catástrofes que tienen lugar. 

No sé si efectivamente es "la mejor novela de ciencia ficción escrita en los últimos años" tal y como dicen las críticas, pero sí puedo decir que es un soplo de aire fresco dentro de un género que empezaba a quedarse estancado. El uso de la lógica y la ciencia dentro de un género en el que habitualmente se tira de imaginación y a correr es un agradable cambio que además demuestra un gran trabajo de investigación. Weir ha conseguido algo muy importante con su obra: demostrar que no son necesarias las espadas láser y los viajes a la velocidad de la luz para crear una estupenda obra de ciencia ficción, existe la posibilidad de innovar y reinventar el género. 

Así que sí, me uno al nutrido grupo de fans de Andy Weir y quedo a la espera de su próxima novela. Me da absolutamente igual de qué trate, pero por favor que continúe con ese sentido del humor absurdo (a mí me haces reír y ya me has ganado). 

El marciano es un best seller muy merecido. Una mezcla de supervivencia, cachondeo, ciencia y realismo que funciona a las mil maravillas para dar lugar a una obra que agarra por los hombros a la ciencia ficción y le da un buen meneo. Leerlo me ha recordado un poco a La música del silencio: no es una novela para todo el mundo, muchos os aburriréis con tanto tecnicismo y tan poco diálogo. Pero si sois de los que buscan algo distinto, la vais a disfrutar muchísimo. 

Acabo con una cita del libro en la que queda perfectamente reflejado ese particular sentido del humor un tanto absurdo del autor. Oda a la cinta adhesiva: 





domingo, 22 de marzo de 2015

Desvariando sobre... ¡Cuidado! Tonto leyendo


¿Sabéis esos carteles amarillos de plástico duro que ponen en los centros comerciales para avisar de que el suelo está mojado? Si la empresa que los fabrica decidiese hacerlos para alertar de la presencia de tontos del bote, se forrarían. 
Se dice que los idiotas están estratégicamente situados para que te encuentres al menos uno al día. Lelos hay en todos los ámbitos de la vida, todos tenemos al típico imbécil en nuestra clase, a ese vecino medio bobo que se pone a taladrar un domingo por la mañana, o simplemente un inútil que nos empuja al subir al autobús. En el mundo lector tampoco nos salvamos de la presencia de los tontos. 

Y es que hay inconscientes que leen en sitios de lo más raro, algunos de ellos incluso peligrosos. Como vi que la entrada sobre los tipos de lector os gustó bastante (o eso me decís, mentirosillos) os traigo algo bastante parecido basado en hechos reales. Todas las historias de las que voy a despotricar hablar las he visto o me las ha contado alguien de quien me fío. Os recomiendo tomar asiento. 

1. La ducha
Cuando digo que hay gente que lee en la ducha, no me refiero a que se preparan un agradable baño de burbujas y echan la tarde leyendo con una copa de vino apoyada en el borde de la bañera. No. Hay gente que lee en una cabina de ducha. Evidentemente con la ducha funcionando, si se sentasen en la ducha vacía a leer porque sí a lo mejor normales del todo tampoco serían, pero al menos el libro no correría peligro. 
Seguramente estaréis pensando lo mismo que yo cuando el individuo aquel me contaba esta historia, ¿pero cómo puede alguien meter un libro de papel en una ducha? Acabará teniendo un fascinante montón de pasta de papel. Pues tranquilos, amigos, porque él ya lo había previsto, no iba a cometer esa idiotez, así que se metía en la ducha con... su ebook. 
GENIO. Porque la electrónica y el agua se llevan estupendamente. Pero esperad, ¡todavía hay más! Se defendió diciendo que lo metía en la funda cuando abría el grifo. Chico, yo no sé cómo será tu funda para el ebook, pero la mía por arriba y por abajo está abierta imitando la portada de un libro de papel. A lo mejor cuando decía "funda" se refería a una bolsa de plástico de esas en las que se meten las croquetas para guardarlas en el congelador. 

2. En clase
Leer en clase no es que sea precisamente peligroso, lo más serio que puede pasarte es que te echen y que pases un rato de vergüenza. Además ahora con los dispositivos electrónicos es más difícil que te pillen por aquello de que como no hay que pasar las páginas, no haces ruido. Y bueno, todos somos humanos y siempre hay días que tenemos menos ganas de escuchar el rollo que nos estén soltando. 
Pero lo que me parece muy estúpido es ponerse a leer en mitad de una clase en la universidad un día tras otro, que es lo que yo he visto con mis propios ojos. Llamadme loca, pero teniendo en cuenta que no solo estás allí porque te da la gana sino que además estás pagando un pastizal por ocupar esa silla... ¿no sería mejor prestar atención a lo que te están contando al menos una vez? Vamos, digo yo. 
Sí que podría considerarse un deporte de riesgo leer en una clase de instituto, por aquello de que durante la adolescencia leer está mal visto. Esto es algo que tampoco he entendido nunca. 

3. En el coche
Salvo que te marees, cosa que a mí me pasa y me da mucha rabia, no hay nada de malo en leer para matar el rato durante un viaje largo. Si eres el pasajero, claro. Porque si eres el conductor a lo mejor un poco imbécil sí que eres. Y hasta un delincuente, si me apuras. 
Efectivamente, he visto a conductores que iban solos en su coche y debían estar muy aburridos o muy enganchados al libro, porque iban con un ojo puesto en la carretera y otro en la página que les tocaba en ese momento. Para que luego digan que la gente al volante se distrae mandando whatsapps. Los románticos todavía existen, nada mejor que darse un piñazo por ir leyendo a Agatha Christie. Para darles con toda la mano abierta.
Alguien debería avisar a esta gente de que existen los audiolibros. Y de que los accidentes de tráfico no son algo que deba tomarse a broma. 

4. Mientras cocinas
Ya iba siendo hora de que yo misma me cubriese de vergüenza y reconociese algo estúpido que me ha pasado por leer cuando no debía. 
Viernes. 19:30. Cierta bloguera con escasas dotes culinarias decide preparar una pizza para cenar. Es difícil fastidiar una pizza congelada, ¿verdad? Difícil, pero no imposible, y menos si uno le pone mucho empeño. 
Así que pone el horno a 200ºC, mete la pizza dentro y se dispone a esperar los quince minutos de rigor hasta que esté hecha. Qué aburrido eso de esperar mirando el horno. Mejor sentarse un rato en el sofá y leer un par de páginas. 
Resultado: una hora después, consigue un delicioso montón de algo que guarda cierto parecido con una pizza y un maravilloso olor a quemado por toda la casa. Pero eso sí, que le quiten lo leído. 
Así que no hagáis como yo. Estad a lo que estáis. A no ser que os guste el sabor a socarrado. 

5. Andando por la calle
Mi gran favorito para el final. Tuve la gran suerte de poder verlo en vivo y en directo mientras iba hacia la universidad un lunes por la mañana. Me alegró el día. 
Me adelantó un tipo de unos cuarenta años con empujón incluido (y mira que la calle era ancha) inmerso en una novela que debía de ser la bomba. En otras circunstancias habría estirado el cuello para cotillear el título, pero me cabreó tanto el empujón gratuito que no me molesté. 
Pero el universo se encargó de poner las cosas en su sitio y lo envió derechito hacia una farola contra la que evidentemente se empotró. ¡Ah, qué maravilla eso de la justicia poética! Va a ser verdad eso de que el tiempo pone a cada cual en su sitio. 
Tranquilos, no le pasó nada (no soy tan sádica como para reírme de una nariz rota), lo único que ocurrió fue que se le cayó el libro y que se dio un buen y merecido susto. Por tonto. 

Hasta aquí el recopilatorio de las estupideces que hacemos a veces los lectores sin darnos cuenta. ¿Con qué situaciones estúpidas os habéis topado vosotros o incluso habéis protagonizado? 

Por cierto, he estado pasando por una crisis creativa del horror, así que cualquier sugerencia que tengáis para esta sección, desde debate serio hasta entradas medio en broma tipo esta serán bien recibidos. Tenéis en vuestras manos la oportunidad de decidir de qué irán los próximos Desvaríos de lectora, ¡no dejéis pasar la oportunidad! (Me equivoqué de carrera. Debería haber estudiado Márketing). 


Sé que habéis reaccionado así. Admitidlo. Amáis esta sección. Y al bebé adorable.






viernes, 20 de marzo de 2015

Love letters to the dead - Ava Dellaira







Título: Love letters to the dead
Autor: Ava Dellaira
Editorial: Farrar, Straus and Giroux (solo disponible en inglés)









¡Já! Esta vez sí, lo he conseguido, he leído el libro en inglés que me había propuesto. Mi lucha contra la pereza y la vagancia va viento en popa. 
Por supuesto el libro escogido también ha tenido algo que ver. Después de haber leído Nubes de kétchup y El cielo está en cualquier lugar estaba convencida de que me iba a encontrar con una especie de remix nada original. Pero nada de eso. 

En esta ocasión no os voy a dejar la sinopsis oficial porque no me termina de gustar (sí, me considero superior a los dioses de las sinopsis, venid a por mí), así que os tendréis que conformar con un resumen made in 941

La hermana de Laurel acaba de fallecer. En lugar de buscar consuelo, Laurel quiere todo lo contrario: ir a un lugar donde nadie la conozca, para dejar de encontrarse con miradas compasivas y pésames. Así que en lugar de ir al instituto de su hermana con todas sus amigas del colegio, decide probar suerte en un instituto alejado de su casa. En su primer día, la profesora de Inglés les propone como deberes escribir una carta a un muerto. Laurel decide escribir a Kurt Cobain, su cantante favorito, y descubre que "hablar" con él es sencillo, puede contarle todo lo que siente, las cosas nuevas que hace y las personas a las que está conociendo en su nueva vida. Tras la de Kurt escribirá otras muchas cartas a personajes como River Phoenix o Amy Winehouse. Serán su vía de escape, en el papel se puede mostrar tal y como es. 

Nos encontramos ante una novela dramática de corte juvenil cuya principal baza es la pérdida de un ser querido. Este es un recurso muy utilizado hoy en día y la autora lo sabe, por eso añade toques de su cosecha como la homosexualidad, lo difícil que puede ser hacer nuevos amigos siendo introvertido, la convivencia en un hogar roto... Las páginas del libro están impregnadas de una tristeza tan real que el lector la siente en carne propia. 

A través de las cartas a distintos personajes famosos se irán intercalando el presente y el pasado de Laurel para darnos una visión lo más completa posible de nuestra protagonista. Tengo que advertiros que es complicado empatizar con Laurel. Es un personaje un tanto cargante, no por el hecho de estar abatida por la muerte de su hermana, sino por su constante idealización de May. La considera perfecta e intenta imitarla siempre que puede, no por sentirse más cercana a ella, lo que podría ser comprensible, sino porque cuando "es" May se siente valiente, pero no cuando es ella misma. Para ser sincera, a veces me daban ganas de darle un bofetón para ver si espabilaba. Pero resistid. El personaje madura, crece, asume, entiende. En definitiva, cambia. 
Puede que Ava Dellaira se haya dado cuenta de este defecto de su protagonista, porque para compensar la ha dotado de una gran capacidad de observación. Así, en algunos momentos Laurel queda en un segundo plano, actuando como una narradora en el sentido más estricto de la palabra para contarnos cosas que ve pero en las que no participa. Estas historias secundarias le dan un punto diferente al libro, permiten conocer mejor a los secundarios y ya de paso nos dan un respiro de la vida de nuestra protagonista. 
Los secundarios están bastante bien construidos, pueden parecer típicos en un principio pero pronto nos daremos cuenta de que no son simples clichés, podríamos cruzarnos con ellos cualquier día en nuestra vida cotidiana. Son gente con problemas que busca ocultarlos con una fachada de alegría, misterio o despreocupación. Una premisa en apariencia sencilla, pero los que seáis habituales del género juvenil sabréis que pocas veces los autores nos regalan personajes que nos podamos creer. 

Las descripciones de la autora me han gustado mucho. Presta atención a los pequeños detalles, como las miradas o los suspiros, construyendo escenas realistas sencillas de visualizar. En ningún momento llega a ser cargante o aburrida, sabe lo que quiere contar y lo cuenta sin adornos innecesarios ni dándoselas de poetisa. Su prosa es sencilla y va directa al grano, cosa que yo agradezco especialmente cuando estoy leyendo en inglés (Delirium lo abandoné en parte porque las frases eran tan largas que me aburría antes de llegar al final y perdía el hilo). 

El recurso de las cartas es original, porque a pesar de que hay otros libros en los que esto se utiliza, como Nubes de kétchup, esta novela está por completo construida a base de cartas. No hay capítulos como tal, solo una nueva carta dirigida a alguien diferente. Conforme el libro avanza Laurel irá cogiendo confianza con los supuestos destinatarios y comenzará a llamarlos por su nombre, como si fuesen sus amigos. Es un detalle bonito que me ha sacado una sonrisa.
Los destinatarios no están escogidos al azar, sino que siempre guardan alguna relación con lo que la protagonista se dispone a contarnos, la autora se encarga de enlazar bien las cosas para que no parezca una elección aleatoria. Además nos regala parte de la historia de estos conocidos personajes, trazas de cultura escondidas en una novela juvenil. 

Tengo que confesar que al principio el libro no me terminó de enganchar. Si seguí leyendo, fue porque tiene un nivel de inglés bastante básico y fácil de seguir. No he necesitado el diccionario en ningún momento para seguir la historia. Si necesitáis un libro para practicar, os recomiendo que consideréis seriamente este. 
Si embargo, me alegro de no haberlo dejado a medias, porque la historia va poco a poco cogiendo fuerza y Laurel empieza a contarnos algún que otro detalle verdaderamente interesante. Descubriremos que no todo es tan brillante como parecía en un principio y... stop. Este es un blog libre de spoilers. 

Love letters to the dead parte de una historia que se nos ha contado una y mil veces, pero que resulta de alguna forma original y que atrapa al lector sin que este se dé cuenta. Entre la pena y la culpa aparece una historia intrigante y triste que Ava Dellaira nos va relatando con cuentagotas combinando momentos del pasado y del presente de la protagonista. Una trama que engancha protagonizada por personajes reales que tratan de sobrevivir al día a día con un disfraz de normalidad. Este es un libro que gustará a muchos de vosotros, si disfrutáis con el drama, a por él. 












miércoles, 18 de marzo de 2015

El primer viaje de Sócrates - Emil Ostrovski








Título: El primer viaje de Sócrates
Autor: Emil Ostrovski
Editorial: Nube de tinta









Conseguí este libro gracias a un intercambio (aprovecho para recordaros que el blog tiene sección de intercambio y que estudio cualquier oferta, este libro por ejemplo ni siquiera estaba en mi wish list pero me llamó la atención y mira tú) y ha conseguido romper mi mala racha de lecturas. Ya iba siendo hora de encontrarme con una novela así, inesperada y divertida. 

Sinopsis oficial
Me llamo Sócrates y siempre he sabido que soy adoptado. Pero hasta hoy, ignoraba cómo fue todo. El día de su cumpleaños, mi padre biológico recibió la llamada de su ex: acababa de tener un hijo. Con una resaca de campeonato y en plena crisis existencial adolescente, fue corriendo al hospital. Su misión era, en teoría, entregarme a mis padres adoptivos, una familia de las de verdad, donde no me faltaría de nada. Pero cuando me vio, lo tuvo claro: antes, me llevaría a conocer a mi bisabuela Bob. La viejecita, por cierto, vivía en la otra punta del país...


No he leído muchos libros sobre viajes (salvo que contemos como libro de viajes El señor de los anillos y similares, entonces sí), pero las pocas novelas de esta clase a las que he echado el guante me han gustado bastante. Me encanta el ambiente relajado que transmiten, además suelen estar plagadas de reflexiones interesantes y, en casos como el título que nos ocupa, de más de una carcajada. 

Imaginad que os acabáis de despertar el día de vuestro cumpleaños y que vuestra ex, a la que no veis desde hace tiempo (nueve meses, para ser más exactos) os informa de que acabáis de ser padres. A esto añadidle que estáis pasando por una crisis existencial de dimensiones épicas. Entenderéis que a Jack, el protagonista, se le crucen los cables de la peor manera en cuanto tiene a su diminuto hijo en brazos. No se le ocurre otra cosa que salir pitando de allí con un bebé que no tiene ni una hora de vida, con un destino todavía por determinar. Solo sabe que necesita despedirse de él en condiciones antes de dejarlo para siempre con sus padres adoptivos. Y entonces ve la luz. Lo llevará a conocer a su abuela con alzheimer. Esa será su despedida. 
Como lo habéis leído, el tipo secuestra a un bebé que solamente tiene un día. Y no solo eso, sino que se las apaña para implicar en el rapto a su mejor amigo, Tommy, y a la madre del pequeñín, Jess. Los cuatro forman un grupo... Digamos simplemente que forman un grupo, porque no se me ocurre ningún adjetivo con el cual calificarlos. Pero semejante mezcla es garantía de risas. 

El protagonista es un tipo de lo más peculiar. Es un chaval que no tiene claro cuál es su lugar en el mundo y que desde luego no está preparado para cuidar de un pez de colores, no digamos ya de un bebé. Pero eso no le impide emprender junto al recién nacido una alocada carrera contra la policía para llegar a casa de su abuela. 
Jack es un apasionado de la filosofía, llegando al punto de ponerle al niño de nombre Sócrates en honor del filósofo y manteniendo con él conversaciones acerca del universo y el amor. Estos diálogos ficticios no tienen desperdicio, las reflexiones del protagonista y su álter ego nos regalan ideas muy bonitas sobre los temas más importantes de la vida. Pero eso sí, está como una regadera.
El resto de personajes con los que se van topando los viajeros aportan un toque de diversión (porque son para verlos) y de ternura a la historia. Nuestros protagonistas se encontrarán con personas muy variopintas en su camino, un mosaico de rostros y nombres que supone un agradable interludio en las tribulaciones internas de Jack. 

La forma de narrar de Emil Ostrovski me ha encantado. Utiliza un tono jocoso la mayor parte del tiempo, con un uso constante de vocablos malsonantes y de alusiones sexuales, que sin llegar a ser gamberro u ofensivo en ningún momento me ha hecho reír a carcajadas. Este acertado uso del sentido del humor no está reñido con mensajes profundos y oculta en ocasiones escenas dulces para no hacerlas demasiado empalagosas. Sí, el autor nos hace reír una barbaridad, pero cuando cerramos el libro y recapacitamos sobre lo que acabamos de leer nos damos cuenta de que Emil, con mucha astucia, ha disfrazado de humor una lección importante, triste y tierna. 

El libro es bastante cortito y se lee de un plumazo gracias al ritmo ágil que le imprime el autor. Puede que las conversaciones entre Jack y Sócrates se hagan pesadas para algunos lectores por su componente filosófico, pero yo considero que son el contrapunto perfecto para las escenas extravagantes y bizarras que nos regala a continuación el escritor. Además el libro está plagado de referencias a componentes de la vida moderna y actual como pueden ser películas y actores, dando lugar a una extraña fusión en la que las ideas de Platón se pueden discutir en la misma página en la que los protagonistas hablan sobre Pokemon. Así en caso de que alguien se haya perdido durante las conversaciones densas se puede volver a reenganchar. 
Mezclando la filosofía antigua con la cultura actual, Emil Ostrovski nos guiará a lo largo de un viaje plagado de dudas y miedos protagonizado por la caricatura de un joven cualquiera, porque no lo neguéis, todos nosotros hemos sido Jack en algún momento, nos hemos preguntado cuál es el sentido de la vida y qué papel tenemos nosotros en el universo. Y gracias a sus conversaciones con Sócrates, Jack acabará por descubrir el sentido de la vida. Filósofos... a los biólogos (biotecnólogos en mi caso) nos lo enseñan en el primer año de carrera... 3'-5'. Bien, chiste científico que no venía al caso y que además no tiene demasiada gracia. Podemos continuar. 

No hay mucho más que decir de la novela, porque en este caso la ambientación y la trama no son importantes, el néctar del libro son las vivencias de este grupo tan extravagante y las enseñanzas que obtienen de ellas.  Una historia que hace reír, reflexionar e incluso llorar. Uno de esos libros que, pese a su breve extensión, se quedan con nosotros. 






domingo, 15 de marzo de 2015

Desvariando sobre... Censura


¡Hola lectores! Hoy toca ponerse serios. Desde que salió la película basada en 50 sombras de Grey se ha hablado una barbaridad sobre la censura. Hay voces que están en contra, otros sin embargo lo ven bien. Yo he decidido dejar pasar un tiempo para poner mis ideas en orden y reflexionar sobre el tema fríamente. Tras mucho cavilar, aquí os traigo mi opinión sobre este tema tan espinoso. 

No dudo de que todos sabemos lo que significa este término, pero para hacer las cosas con elegancia vamos a empezar con una definición en condiciones. La RAE considera que la censura es la intervención que practica el censor en el contenido o la forma de una obra atendiendo a razones morales, ideológicas o políticas. Traducido a lenguaje coloquial, significa usar la tijera para modificar algo que ha creado otra persona; la obra puede incluso llegar a prohibirse por completo si es considerada dañina, ofensiva, inconveniente o innecesario por dicho censor. Durante la Dictadura, por ejemplo, todos los contenidos literarios, televisivos, etc. debían ser meticulosamente revisados por un equipo de censores. 

Los detractores de la censura creen que esto es un atropello a la libertad individual. ¿Quién es ese censor para decirme a mí lo que puedo o no leer? Lo que a algunos resulta alarmante a otros no les afecta en absoluto. Por ejemplo, en algunos escritos se eliminan las expresiones malsonantes. Esto es algo que a mí siempre me hace resoplar. Por favor, un poco de seriedad, las palabras tienen la importancia que nosotros les damos, no dramaticemos con esto. 
Mi opinión es que un adulto en plena posesión de sus facultades mentales es lo suficientemente inteligente y maduro como para ser capaz de decidir qué lee y, más importante todavía, por qué contenidos se deja influenciar. Así que yo estoy en contra de la censura, nadie tiene derecho a decirme lo que puedo leer o no. 

No obstante, vamos a ponernos por un momento en la piel del censor. Hagamos un pequeño esfuerzo imaginativo. Supongamos que hay por ahí un libro de ficción (remarco lo de ficción, vamos, que no es algo real) en el cual se hace apología del racismo. Yo, como adulta responsable, soy capaz de leerlo y darme cuenta de que: a) Es un libro de FICCIÓN, lo que me están contando no es real; b) El libro transmite un mensaje negativo y sé que lo que me están intentando vender es un montón de idioteces, porque soy lo suficientemente inteligente como para no discriminar a nadie por su raza, sexo, o lo que sea. 
¿Pero y si este libro cae en manos de alguien con una personalidad todavía sin formar o altamente influenciable, como es el caso de un niño? Recibiría un mensaje equivocado y podría adoptarlo como cierto, originando situaciones muy desagradables en un futuro. Solución: prohibimos el libro y asunto arreglado. Viva la censura. 
Pues no, lectores, no creo que esto sea la solución más adecuada en absoluto. Cuidado, puedo comprender su postura pero no la comparto. Si yo como madre, tutora legal, profesora o lo que sea, considero que ese libro no es apto para niños, no permito que mi hijo lo lea, pero no puedo impedir que el resto de la población lo haga. ¿Quién soy yo para considerarme la salvadora de la humanidad? Si ellos quieren condenarse leyendo, que lo hagan, son muy libres de hacerlo. 

Con esto lo que quiero es transmitir un mensaje que considero muy importante: la censura se combate con cultura. Cuanto más informados estemos y más entendamos cómo funciona el mundo, menos sugestionables vamos a ser y por más que leamos un libro en el que hablan sobre el racismo no nos vamos a volver racistas. Por supuesto hay sectores de la población que son más vulnerables, pero hay historias adaptadas para ellos.  Dejar un libro con un alto contenido erótico a un niño es una barbaridad, en eso estamos de acuerdo, pero no por ello debe ser quemado y arrancarles los ojos a todos los que lo han leído (y peor todavía, ¡a los que les ha gustado!). Así que yo digo no a la censura y sí a la educación. En lugar de ser borregos a los que nos lo tienen que dar todo masticado, vamos a convertirnos en personas inteligentes y objetivas. 

Y ya para acabar, un pequeño apunte. Yo no he leído 50 sombras de Grey y la literatura erótica en general no me gusta porque me aburre bastante. Pero no se me ocurriría prohibirla, porque, ¿por el simple hecho de que a mí no me guste a nadie en el planeta le gusta? Ese pensamiento es tan egocéntrico y absurdo que me da incluso risa. 

Lo dicho lectores, no os dejéis engañar por cualquier autor ni desde luego por cualquier censor. ¡Nos leemos! 





viernes, 13 de marzo de 2015

Book tag: control remoto


¡Hola a todos y feliz viernes! Hoy os traigo un book tag al que me nominó la genial Valquiria del blog Un libro tras otro y que se llama Control remoto. Consiste en asociar una serie de acciones que se llevan a cabo con el mando a distancia con libros. ¡Vamos a ello!

Cambiar de canal
Libro que tuviste que dejar de lado porque no te gustó


No suelo dejar muchos libros a medias porque no me gusta, siempre pienso que lo mejor está por llegar y que me lo voy a perder si desisto, pero a veces sucumbo a la tentación y dejo el libro en el estante de nuevo. 
Es el caso de mi última decepción, Delirium, de Lauren Oliver. El típico libro que le gusta a todo el mundo menos a mí, a juzgar por las reseñas que he leído. Lo siento, pero se me hizo insoportable y lo tuve que abandonar. 

Subir el volumen
Libro del que hablas con todos y que recomiendas ciegamente


A estas alturas puede que no haga falta ni que lo ponga, que ya os he dado la paliza con este libro tantísimo que os sabéis mejor que yo que es mi libro favorito. Pero mala suerte, os lo voy a volver a contar. 
El nombre del viento es mi libro de cabecera, aprovecho la más mínima ocasión para recomendarlo y lo saco en las conversaciones aunque no tenga nada que ver. Porque sí. 


Bajar el volumen
Libro que te arrepientes de haber leído y no quieres que nadie sepa


Os confesaré algo: reseño todo lo que leo con una única excepción: En el lugar de la diosa de P.C. Cast. No porque me de vergüenza haberlo leído sino porque es un poco... extraño. Es un libro romántico/erótico sobre centauros, y aunque no hay zoofilia (eso habría sido el colmo de lo raro) no tenía muy claro cómo hacer la reseña porque es, pues eso, extraño. Además no es que sea mi género preferido. 

Closed caption
Libro que hayas leído en otro idioma, pero con ayuda de un diccionario en la mano


Leí en inglés The false prince y la verdad es que me manejé bastante bien, esperaba encontrar vocabulario más complicado por aquello de estar basado en una época medieval pero no tuve que tirar demasiado del diccionario, es asequible. 

Quick view
Libro corto que relees una y otra vez

Aquí me habéis pillado. No sé qué responder a esta. Sí que hay libros que me gusta volver a leer, pero lo cierto es que un libro corto... no soy muy de libro corto ni siquiera, se me hacen (valga la redundancia) demasiado cortos. Pero voy a decir un libro corto que me gustaría releer (lo descubrí hace muy poco así que no me ha dado tiempo a hacer una relectura, casi sigo asimilando la primera lectura): El libro amarillo de Albert Espinosa. Necesario e imperdible. 

Settings
Cuántas veces organizas tus estanterías al mes

Ninguna, una cosa es limpiarlas y quitarles el polvo, pero lo que es cambiar los libros de sitio y todo eso no lo hago si no lo puedo evitar, me gusta que estén siempre en las mismas posiciones, me da tranquilidad. 

Mute
Libro que te recomendaron y te dejó sin palabras


La pesada de los libros suelo ser yo, pero en alguna remota ocasión alguien acude a mí para decirme eso de "¡¡¡LO TIENES QUE LEER!!!". Fue el caso de la archiconocida saga Canción de hielo y fuego, una amiga me obligó a leerlos (no me entendáis mal, tenía intención de leerlos pero en verano, y ella presionó para que los leyese cuanto antes) y así nació una friki más de Tyrion Lannister. 

Home
Primer libro de una saga que te guste más que los que la completan


La restauradora fue una sorpresa muy agradable, buscaba algo sobre fantasmas y me topé con un libro ágil, adictivo y con un punto macabro que fusionaba la novela negra y lo paranormal. El resto de libros de la trilogía por desgracia no mantienen el mismo tono, no están mal, pero no son igual de buenos. 

No voy a nominar a nadie pero os animo a que los hagáis, que se pasa un rato muy entretenido y siempre es agradable pasar por un blog y leer un booktag. ¡Nos leemos!